Aún así 15,6 millones de asalariados y 2,2 millones de autónomos todavía no teletrabaja ningún día
NotMid 04/08/2023
ESPAÑA
La flexibilidad se abre camino en las relaciones laborales. La pandemia no ha supuesto un antes y un después en el teletrabajo masivo en nuestro país, pero pese a la regulación que se hizo del mismo por ley, trabajadores y empresas buscan fórmulas que combinan el presencialismo con el trabajo desde casa, imponiéndose un modelo híbrido autorregulado.
La irrupción del covid-19, la declaración del Estado de Alarma y la imposición del confinamiento domiciliario obligaron a todos los trabajadores del país que podían (muchos empleos requieren la presencia física en el lugar de trabajo) a empezar a trabajar desde su casa, un reto al que muchos se acostumbraron rápido y que para otros supuso dificultades, pero que por primera vez puso encima de la mesa la posibilidad de recortar las horas de oficina y evaluar el desempeño por los resultados, no por el tiempo de trabajo.
Tres años después de ese momento las cosas han vuelto bastante a la situación de antes: de hecho, el número de personas que no teletrabajan ningún día a la semana ha vuelto a máximos: 17,9 millones siempre acuden a su lugar de trabajo, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) a cierre del segundo trimestre.
Aún así, hay cambios de la pandemia que llegaron para quedarse. Desde 2020 no ha parado de crecer el número de ocupados en España que trabaja ocasionalmente desde su casa y la cifra total se ha cuadruplicado: hasta las 953.200 personas a cierre de junio de este año. Se trata de una cifra residual respecto a los 21 millones de ocupados en el país, pero hay una tendencia al alza en los últimos años.
“Si atendemos a las cifras oficiales, hemos vivido casi un retorno general a la situación prepandemia, pero hay también muchos datos que apuntan que los modelos híbridos se han consolidado como una opción con mucho más peso que el que tenía antes de la crisis sanitaria y es capaz de condicionar las relaciones laborales en ciertos sectores”, señala a este medio Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs.
Prueba de ello es que aunque el número total de ofertas de trabajo no aumentado de forma considerable en los últimos cinco años, sí se ha registrado en ese portal un incremento desde las 15.711 vacantes con un modelo de trabajo híbrido registradas en 2018 a las 727.649 vacantes de este tipo con las que cerró 2022. “Este año el crecimiento se ha ralentizado, pero ya se han publicado en InfoJobs más de 200.000 vacantes que ofrecen teletrabajo en modalidad parcial o completa”, apunta.
Los sectores en los que predominan las ofertas de trabajo híbrido son comercial y ventas, informática y telecomunicaciones y atención al cliente, áreas que “han vivido una fuerte digitalización en los últimos años”.
Datos recogidos por la consultora ManpowerGroup apuntan a que “el 59% de empresarios de todo el mundo están considerando ofrecer opciones de trabajo flexible a largo plazo, entre las que se incluyen algún tipo de combinación de trabajo en remoto“, de hecho, calculan que “las compañías que apostaban por este tipo de modelo que combinan remoto y presencial han pasado de un 28% prepandemia a un 81% después“.
Zulima Cuadros, responsable de Estrategia de Candidato en esta compañía, explica a EL MUNDO que “hay profesionales que, por la propia naturaleza de su actividad, no pueden desligarse de una oficina o una instalación (sociosanitario, industrial, transporte, etc.), pero en aquellos sectores de actividad en los que no se requiere una presencia física constante para el buen desempeño, se está apostando de manera bastante generalizada por alguna fórmula híbrida. Profesionales de tecnología, finanzas, publicidad y comunicación, administración y servicios auxiliares, jurídico y legal… son multitud de actividades las que se pueden beneficiar de esos modelos híbridos”.
La incorporación de este tipo de modelos da respuesta además a las peticiones y exigencias de los propios candidatos, ya que ahora la flexibilidad es “una demanda prioritaria entre todo tipo de personas, no sólo los que tienen responsabilidades familiares”, puntualiza.
EL TELETRABAJO PURO PIERDE PUNTOS
Pablo Gómez, responsable de Excelencia Operativa de Adecco Group, asegura que las compañías que apuestan por este tipo de modelos “son más atractivas para los candidatos que aquellas que apuestan por modelos más presenciales, lo cual es un factor importante para reducir la rotación interna de talento y también para poder ser competitivos externamente cuando se generan nuevas posiciones a cubrir”.
Aún así, este experto hace una matización importante: los trabajadores tampoco quieren, en líneas generales, trabajar desde su casa los cinco días de la semana y no pisar la oficina, como ocurría por obligación durante el covid.
“¿Significa eso que cuanto más teletrabajo mejor? Parece que no. Cinco de cada diez trabajadores aseguran que el modelo híbrido combinando trabajo remoto y trabajo físico es su opción preferida”, señala, ya que eso permite disfrutar de las ventajas de ambas cosas: la flexibilidad de organizar la jornada de trabajo cuando se hace desde casa y la posibilidad de interrelacionarse en la oficina los días que se acude de forma presencial.
LA JORNADA DE 4 DÍAS
En esta apuesta por la flexibilidad, empieza a abrirse paso en el debate la jornada semanal de cuatro días, que han propuesto algunas formaciones políticas y han implantado -por ahora, de forma experimental- algunas empresas en el país. Este cambio de modelo da también respuesta a la voluntad de los trabajadores, ya que cada vez son más los que querrían trabajar menos días a la semana, aunque eso suponga una bajada salarial.
Según la EPA, en total hay en España 1,13 millones de personas en esa situación, frente a los 714.000 que tenían este deseo en el año 2020, un 58% más, ya que la pandemia ha cambiado también las preferencias personales y, en general, ha llevado a los empleados a valorar más su tiempo libre y de ocio, en detrimento del tiempo de trabajo.
En esta batalla entre trabajo híbrido y teletrabajo puro, que se salda con una victoria para el primero, ha influido también la regulación del teletrabajo, que ha actuado, en parte, como un freno a su implantación en algunas compañías. La Ley 10/2021, de 9 de julio, de trabajo a distancia, estipulo una serie de normas a cumplir por parte de la empresa y el trabajador cuando el trabajo a distancia supusiera un 30% de la jornada, es decir, en una semana de cinco días laborables, un día y medio.
Las empresas debían hacer inventarios de medios y equipos necesarios para el trabajo a distancia para proporcionárselo al trabajador, así como compensarles por los gastos ocasionados, de ahí que algunas compañías hayan optado por limitar el teletrabajo a un sólo día a la semana para así sortear estas imposiciones.
Esta regulación ha quedado materializada, en la mayoría de los casos, en el convenio negociado con la representación de los trabajadores, aunque algunas empresas han estado demorando la regulación del mismo y los sindicatos siguen pidiendo que se cumpla la ley.
Agencias