Cumplir todos los puntos le hará obtener un resultado de diez sobre diez, que le validará como ente navideño
NotMid 25/12/2024
OPINIÓN
JUAN DIEGO MADUEÑO
La Navidad, este tren con parada en el mirador de la hipocresía y en la estación de la gula, es insuperable acompañada de este decálogo. Cumplir todos los puntos le hará obtener un resultado de diez sobre diez, que le validará como ente navideño. Utilice este artículo en las sobremesas para juzgar a quienes no lo cumplan.
1. Olvídese de los políticos. Los políticos son unos provocadores. La mejor manera de desactivar sus consignas y el enfrentamiento que provocan es hacer como si no existieran. No arruine la convivencia al lanzar como tema de conversación, por ejemplo, la posibilidad de que Feijóo no llegue a ser nunca presidente.
2. Beba sin moderación. No haga caso de las campañas institucionales. Las resacas son actividades denostadas. Puede engañar a alguien para que conduzca por usted.
3. Compre quesos en las ventas de carretera. Aparecer en otra casa con una cuña de queso viejo -el ambientador de la Navidad- le posicionará como el favorito. Insuperable si lo acompaña de regañás. El jamón, como comprenderá, es demasiado obvio.
4. Vea películas empezadas. Acurrucarse dentro de una película empezada es el placer definitivo de las horas libres de compromisos sociales. Hágalo, en algún clasicarro al que pueda subir en marcha, antes de comer.
5. Haga sus compras en el último momento. Entrar en la jungla consumista sin saber muy bien qué comprar es una experiencia que pone a prueba la intuición. Acabará encontrando «el regalo ideal» -una expresión odiosa- al chocar de casualidad contra él en un pasillo, como en una comedia romántica.
6. Acuda a pie a los encuentros. La idea es llegar unos diez minutos tarde a las citas con amigos a los que no suele ver. Dará un dimensión un tanto sofisticada. De un vistazo parecerá que las cosas le marchan a todo trapo. El paseo, además de restar algunas calorías, le servirá para pensar los comentarios que debe hacer a estas personas que han insistido en salvar una relación muerta.
7. Escuche pocos villancicos. Y procure no abusar de su versión flamenca. Ese soniquete es una tortura. La cantidad exacta de villancicos le permitirá acompañar en los estribillos durante la interpretación de piezas clásicas.
8. Aproveche para fumar. La Navidad es una buena época para intensificar el hábito de fumar. Participará de la conservación del rito construido alrededor de la adicción que provoca cáncer, le dará un impulso social a su Navidad, podrá decir la mítica excusa «sólo fumo en fechas señaladas» y obtendrá un objetivo para 2025.
9. Ocupe el centro de su ciudad. Es muy típico hablar del centro con desprecio: hay luces e ilusión. Dígalo en las conversaciones. Procure dejar en ridículo al nihilista misántropo que todos conocemos al subrayar lo bien que se le da mezclarse con la gente.
10. No felicite con collages digitales ni en el estado de WhatsApp. Las composiciones de brillantina, con muchas admiraciones, en las que los buenos deseos suelen estar plasmados en letras de moldes, acompañadas de un piolín o algún elemento parecido que evoca una alegría constante, resultan despiadadas, deprimentes y tétricas. Hacerlo en el estado de WhatsApp le convertirá, tenga la edad que tenga, en un boomer y merecerá el castigo de los dioses de la Navidad: pagar una cuenta carísima por una comida mediocre en un restaurante al que ha acudido a comer con gente de la que apenas tiene noticia. Mantenga la dignidad.