La suma de escaños de las fuerzas de centroderecha superan con creces la mayoría absoluta
NotMid 03/07/2022
EDITORIAL
Puede la dirección del PSOE seguir haciéndose trampas al solitario y tirar de argumentario para tratar de negar que estamos en un cambio de ciclo político. Pero la realidad es tozuda y, si se celebraran hoy elecciones generales, la suma de escaños de las fuerzas de centroderecha superarían con creces la mayoría absoluta en el Congreso gracias a un Partido Popular enormemente fortalecido, mientras los socialistas ven cómo caen por debajo de la barrera psicológica del centenar de escaños -se habrían de conformar con 95-. Así se desprende del panel de Sigma Dos para EL MUNDO que hoy publicamos que refleja cómo en apenas 100 días al frente del PP su nuevo presidente, Alberto Núñez Feijóo, ha conseguido que la formación hegemónica en el centroderecha se dispare en intención de voto hasta el 30,2%, lo que se traduciría en 133 diputados. Este dato no hace sino confirmar el extraordinario resultado de los populares en las recientes autonómicas en Andalucía. Y, de hecho, el 64% de los españoles considera que ese veredicto en las urnas tendrá un efecto muy positivo a escala nacional para el partido y que éste seguirá creciendo hasta la convocatoria de los comicios el próximo año, si Sánchez es capaz de aguantar la presión y de agotar la legislatura tal como repite de manera incesante, por más que estemos asistiendo a un final de mandato bastante agónico.
Es indudable que el nuevo liderazgo de Feijóo ha servido para finiquitar en tiempo récord las estériles guerras internas que tanto dañaban las expectativas del PP, así como para ahormar un proyecto renovado que la mayoría de los ciudadanos, con ganas de cambio como subrayan las encuestas, perciben como una alternativa al sanchismo sólida y creíble. Pero no es menos cierto que en la consolidación de esta tendencia electoral tiene sobre todo que ver el hecho de que los españoles den la espalda a la gestión que está llevando a cabo el Gobierno de coalición encabezado por Pedro Sánchez, cuya valoración desciende ya a un 3,5, el peor dato del año. Así, el 58% de los encuestados tiene una percepción negativa del Gobierno de coalición de PSOE y Podemos, sobre todo por el suspenso de la situación económica. Y resulta especialmente significativo que ese rechazo lo compartan también el 29% de los votantes socialistas. Ello explica, entre otras cosas, la desmovilización de la izquierda. Pero sobre todo lo profundo que es el deseo de una mayoría de españoles de un giro de timón en Moncloa.
Y difícilmente podrá revertir Sánchez la pulsión social por el cambio en los meses que le quedan a la legislatura, puesto que todo apunta a que se van a hacer todavía más frágiles las costuras de la coalición, evidenciando las contradicciones del Gobierno. Podemos -que no remonta de los 25 escaños- busca sacar la cabeza preparándole un verano caliente a Sánchez por su promesa de aumentar el gasto en Defensa. Y ello agudiza su debilidad al tener que depender para sacarlo adelante del PP, que como es lógico no está dispuesto a dar cheques en blanco, a la vez que crea tensiones en sus propias filas, pues el 33% de los votantes socialistas está en contra de la inversión reclamada por la OTAN. Veremos qué cartuchos emplea Sánchez para revertir una inercia que parece definitiva.