El club convoca asamblea extraordinaria para el 16 de junio, en la que pedirá autorización para vender el 49% de su brazo de retail y firmar con el fondo, en una fórmula mixta: 270 millones vía préstamo como el resto y otros 270 millones de ingreso extra.
NotMid 31/05/2022
DEPORTES
El FC Barcelona busca acelerar la venta de activos para reponerse económicamente por la vía rápida. La junta presidida por Joan Laporta ha convocado una asamblea extraordinaria telemática el próximo 16 de junio, en la que pedirá a los socios la autorización para sellar tres operaciones corporativas: la venta de hasta el 49,9% de BLM y “la cesión a uno o más inversores de hasta el 25%” de los derechos de televisión futuros. La primera venta aportaría 200 millones, por los 540 millones de la segunda, según ha podido saber 2Playbook.
La llamada a los compromisarios era inicialmente para la venta del brazo de retail a Fanatics e Investindustrial, como adelantó este medio. Sin embargo, la formalización no se podrá producir antes del 30 de junio, una necesidad de la actual directiva para poder cuadrar el presupuesto y no cerrar 2021-2022 con pérdidas. Y ahí es donde entra en escena el proyecto promovido por Javier Tebas con el fondo de inversión.
De ahí que, aunque no se mencione explícitamente en el anuncio hecho hoy, lo cierto es que todo está encaminado a aliarse definitivamente con LaLiga y CVC ante la falta de alternativas reales para dar con una operación que encauce la situación económica y dé margen salarial suficiente.
El acuerdo entre Barça y LaLiga CVC para por un préstamo de 270 millones a cambio de que el fondo facture el 8,2% de los beneficios de explotación de los derechos de TV durante 50 años
El acuerdo alcanzado entre el Barça y la gestora de la competición implica que el club entre finalmente en las mismas condiciones que el resto. Es decir, que se firmará un préstamo de 270 millones de euros a tipo de interés cero que computará como patrimonio neto; no es algo menor, pues este era negativo en 450,7 millones a 30 de junio de 2021. A cambio, CVC se quedará durante los próximos 40 años con 8,202% del beneficio de explotación que generen los derechos audiovisuales durante los próximos 50 cursos.
Esta ha sido la exigencia de LaLiga desde el primer día, que durante varios meses ha estado negociando con el Barça como encajar sus necesidades a lo que permite la macrooperación de 1.994 millones de euros que se firmó el pasado agosto. Ello, sin que supusiera un agravio para el resto de entidades deportivas que compiten en Primera y Segunda División.
En paralelo, la firma de inversión y Goldman Sachs negocian hacer una inversión adicional en términos muy similares por una participación adicional en el negocio televisivo. Es decir, que aportarían otros 270 millones de euros adicionales, que esta vez sí computarían como ingreso y como deuda adicional.
Durante meses se trabajó en la idea de crear una sociedad a la que se traspase la titularidad de los derechos audiovisuales, de modo que el fondo adquiriese una participación igualmente del 10%.. Eso sí, en lugar de ser una alternativa a LaLiga Impulso, será una operación adicional que apuntalará el beneficio neto, sea en 2021-2022 o 2022-2023, en función de cuando permita el auditor anotar esta venta. Por ahora, no se ha aclarado si será una venta en perpetuidad o acotada en el tiempo.
Este movimiento implica automáticamente que pueda haber una renuncia explícita del Barça al proyecto de la Superliga. La razón no es otra que, en términos de negocio, para CVC sería un riesgo para su inversión el comprar un 10% adicional de los derechos nacionales del Barça si promueve una competición que devalúe el torneo doméstico, y no es menor el hecho de que Goldman Sachs es uno de los bancos de inversión que ha respaldado la refinanciación del Barça y la emisión de deuda de CVC vinculada a LaLiga Impulso.
Estas tres operaciones darían mucho pulmón al club, que se anotaría unos ingresos extraordinarios de 470 millones de euros, equivalente al 68% de las pérdidas antes de impuestos que sufrió entre 2019-2020 y 2020-2021. Si eso fuera directamente a generar beneficio neto, quiere decir que unos 218 millones serían la penalización al límite salarial que le pueda corresponder según la previsión de ingresos para 2022-2023.
No obstante, el hecho de entrar en LaLiga Impulso ya permitiría destinar unos 40,5 millones de euros a reinvertir en plantilla este verano, por más excedido que esté su límite salarial. Es una vía que ya han activado la mayoría de los equipos, con un gasto total de 155 millones de euros, pues el proyecto contempla que un 15% pueda destinarse a ampliar el límite salarial, otro 15% a refinanciar deuda y un 70% adicional a infraestructuras y mejoras en la gestión.
Los socios también votarán a favor o en contra de la venta del 49,9% de BLM, un negocio en el que se ha interesado Fanatics e Investindustrial
Dicho de otro modo, mientras que LaLiga Impulso solventará parcialmente las necesidades deportivas de este verano, las otras dos operaciones servirían para encauzar la situación económica pensando ya en 2023-2024. A eso hay que añadir la posible entrada de un socio inversor en Barça Studios, para la que ya se pidió autorización para una venta del 49% por unos 50 millones de euros. Sobre esta transacción no ha habido novedades, más allá del despido del máximo responsable del brazo audiovisual sin que se haya nombrado un sustituto aún.
A la espera de conocer más detalles sobre las tres operaciones, uno de los principales interrogantes es cómo se justificará este radical giro de discurso más allá de que la situación económica es extremadamente delicada y el presupuesto que se aprobó para 2021-2022 tiene un agujero de más de 120 millones de euros. Especialmente es de calado cómo resolverá su apoyo sin fisuras al Real Madrid en sus dos frentes políticos más relevantes: Superliga y oposición a LaLiga Impulso.
Las urgencias económicas son claras, y será el argumento más poderoso que puede exhibir Laporta, que él mismo complicó aún más ese regreso a la normalidad con la limpieza de balance que llevó a cabo el pasado verano. EY, auditor de las cuentas, ya advirtió que había “un excesivo juicio de valor” a la hora de provisionar litigios por 90 millones y depreciar por más de 130 millones el valor de varios futbolistas para dejarlos a cero. Los meses le han dado la razón, pues Coutinho acaba de ser traspasado por 20 millones de euros.
Estas dos decisiones, que no dejaban de anticipar gastos futuros para mostrar una imagen más fiel de la realidad, engordaron ya de por sí unas pérdidas muy altas y han complicado el margen de maniobra desde entonces en la planificación deportiva. Y ahora le dejaban en una situación de cierta desventaja, pues LaLiga ha flexibilizado las normas que penalizan las pérdidas sobre el límite salarial siempre que estén provocadas por la pandemia.
La medida más destacada, que beneficiará a una veintena de equipos de LaLiga, es que se podrá computar en cinco años las pérdidas provocadas por la Covid-19, de modo que eso no penalice exclusivamente en el límite de gasto en plantilla autorizado por el próximo curso.
En concreto, las pérdidas registradas por las consecuencias de la pandemia se distribuirán en cinco años: un 15% en 2022-2023, un 20% en 2023-2024 y 2024-2025, respectivamente, y un 22,5% en 2025-2026. En términos absolutos, si un club tuviera unas pérdidas atribuibles a la Covid por 10 millones entre 2019 y 2022, ese importe ya no se restaría en su totalidad a 2022-2023, sino que en la próxima temporada sólo serán 1,5 millones. Aplicado al Barça, y si se tomara por buena la referencia de 450 millones atribuibles a la Covid, el impacto en el límite salarial del próximo curso sería de sólo de 67,5 millones.
2PlayBook