El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra aprobó el incremento con la intención de controlar la creciente inflación. La tasa está en su nivel más alto desde finales de 2008
NotMid 04/08/2022
Resto de Europa
El Banco de Inglaterra efectuó este jueves el máximo aumento de los tipos de interés en 27 años, a pesar de advertir de que se avecina una larga recesión, mientras se apresura a sofocar un aumento de la inflación anual que podría superar el 13% en los próximos meses.
El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra votó por 8 votos a favor y 1 en contra introducir una subida de medio punto porcentual del tipo de interés bancario, desde el 1,25% hasta el 1,75% —su nivel más alto desde finales de 2008—.
La mayoría de los economistas que participaron en una encuesta de Reuters preveían la subida de 50 puntos básicos, en un momento en que los bancos centrales de todo el mundo se esfuerzan por contener el aumento de los precios.
Silvana Tenreyro, miembro del Comité de Política Monetaria, votó en solitario a favor de un aumento menor, de 25 puntos básicos.
(Reuters)
El Banco de Inglaterra advirtió de que Reino Unido se enfrentaba a una recesión con una caída acumulada del PIB del 2,1%, similar a la caída en la década de 1990, pero muy inferior al impacto del COVID-19 y la desaceleración causada por la crisis financiera mundial de 2008-09.
La economía comenzaría a contraerse en el último trimestre de 2022 y se contraería a lo largo de todo 2023, lo que la convertiría en la recesión más larga desde después de la crisis financiera mundial.
La inflación de los precios al consumo podría alcanzar un máximo del 13,3% en octubre, el nivel más alto desde 1980, debido sobre todo a la subida de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania.
Este panorama deja a los hogares enfrentados a dos años consecutivos de disminución de sus ingresos disponibles, el mayor recorte desde que se iniciaron estos registros en 1964.
La inflación de los precios al consumo en Reino Unido alcanzó en junio su nivel más alto de los últimos 40 años, el 9,4%, más de cuatro veces el objetivo del 2% fijado por el Banco de Inglaterra, lo que ha desencadenado huelgas y ha metido presión al eventual sucesor de Boris Johnson como próximo primer ministro británico para que ofrezca más ayudas.
El BoE había previsto anteriormente que la inflación alcanzara un pico superior al 11% y que la economía británica no creciera casi antes de 2025, como muy pronto.
En sus nuevas previsiones, el BoE prevé que la inflación volverá a caer hasta el 2% dentro de dos años, a medida que el impacto de la economía haga mella en la demanda.
El banco central británico ha subido los tipos de interés en seis ocasiones desde diciembre, pero el movimiento del jueves fue el mayor desde 1995.
La presión sobre el Gobernador Andrew Bailey y sus colegas para que actúen con medidas más amplias se intensificó tras las recientes grandes subidas de tipos de la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo y otros bancos centrales.
Estos movimientos debilitaron el valor de la libra, lo que puede aumentar la inflación.
Libras esterlinas (Reuters)
El Banco de Inglaterra repitió que estaba dispuesto a actuar con contundencia si era necesario para frenar las presiones inflacionistas más persistentes.
Sin embargo, subrayó que existen incertidumbres “extremadamente grandes” sobre la economía —que podrían hacer que la desaceleración sea más o menos grave que sus previsiones centrales—, y que juzgará cuáles deben ser sus próximos movimientos a medida que se desarrollen los acontecimientos.
“La política monetaria no tiene un rumbo preestablecido”, dijo el Banco de Inglaterra. “La escala, el ritmo y el momento de cualquier cambio adicional en el tipo de interés bancario reflejarán la evaluación del Comité sobre las perspectivas económicas y las presiones inflacionistas”.
Además del complejo panorama económico, el historial de lucha contra la inflación del BoE ha sido puesto en duda por Liz Truss, la favorita para ser la próxima primera ministra británica.
Truss quiere establecer “una clara dirección de itinerario” para la política monetaria y revisar el mandato del BoE.
El Banco de Inglaterra dijo que prevé empezar a vender su enorme reserva de bonos del Estado, con ventas activas de unos 10.000 millones de libras al trimestre, poco después de su próxima reunión a mediados de septiembre.
Las tenencias de “gilts” ((bonos del Estado británico) alcanzaron un máximo de 875.000 millones de libras en diciembre y desde entonces han caído a 844.000 millones de libras después de que el BoE dejara de reinvertir los fondos procedentes de los bonos que vencían en febrero.
Agencias