NotMid 24/04/2022
EDITORIAL
Emmanuel Macron será elegido hoy presidente de Francia según todos los sondeos, de los que cabe destacar el estrecho margen que lo separa de Marine Le Pen a pesar de que los grandes derrotados en la primera vuelta coincidieron en un llamamiento para no apoyarla. El envite electoral confirma un inusitado cambio de paradigma en la política francesa, con el arrinconamiento de los partidos tradicionales en beneficio de propuestas más personalistas. Si las encuestas no fallan, cerca de la mitad de los votantes se apoyarán en Le Pen, que supera como nunca los mejores resultados del antiguo Frente Nacional de su padre y los suyos propios. Los analistas sostienen incluso que parte del electorado de Melenchon la elegirá hoy, atraído por su pragmatismo económico y su propuesta de referéndums populistas, similares a los del radical izquierdista.
El resultado interpela sobre por qué la sociedad francesa -y cada vez las de más países europeos- da un respaldo tan amplio a partidos como la Agrupación Nacional, opciones de derecha cuestionables en lo que se refiere a sus proyectos de país y valores comunitarios compartidos. Sabiendo que lo deseable para Francia y para Europa es que Macron revalide su mandato, no se puede obviar que éste se percibe como un líder desconectado de la calle. En cambio, Le Pen, tras suavizar estratégicamente su discurso, se ve como una alternativa cercana pese a su antieuropeísmo, su política migratoria y su cercanía a Putin. Obliga a una profunda reflexión.
ElMundo