Desde el éxito rotundo de El Graduado, el actor californiano construyó una carrera de películas que forman parte de la historia del cine, pero también, su método de actuación dejó un sabor amargo en artistas como Meryl Streep que podría haberlo denunciado por salir de libreto y pegarle una cachetada. También lo denunció por haberla manoseado
NotMid 08/08/2022
Estilo de Vida
Pocos actores alternaron entre el drama y comedia como Dustin Hoffman. No quedó encasillado en ningún género. Es de aquellos que también logró en su prolífica carrera ser taquillero y prestigioso, dos cualidades que no siempre van de la mano. Como pocos, logró destacar con la interpretación de personajes con trastornos o con secuelas de enfermedades. Su exigente “método” para actuar, que rindió buenos frutos en su carrera, también le trajo problemas con otros figuras, entre ellas, Meryl Streep, una de las más queridas y valoradas de Hollywood, a quien le hizo daño durante todo el rodaje. Lo que sucedió en el set de la película multipremiada Kramer vs Kramer, fue un gran secreto que terminó viendo la luz.
Dustin Hoffman nació en Los Ángeles un 8 de agosto de 1937. El nombre elegido por sus padres Harry Hoffman y Lilian Gold se debió a la admiración a un actor de cine mudo, Dustin Farnum. Su padre perteneció al universo del cine como decorador en el set de apoyo en Columbia Pictures. El actor tiene un solo hermano, mayor que él, que es abogado y economista.
La familia judía de Hoffman provenía de inmigrantes de Kiev y Iasi (Rumania), sin embargo el actor no recibió una educación religiosa. Cuando terminó el secundario, Dustin tuvo un intento de hacer una carrera clásica. Se había inscripto en Medicina, en la Universidad de Santa Mónica. Y no le habría ido muy bien. El siempre se definió como un mal estudiante. También tuvo intenciones de ser pianista. Empezó a estudiar de chico, pero contó que tenía las manos muy chicas y algo peor. “Nunca tuve buen oído, dijo en una entrevista, en la que también se refirió a su estatura (1,67 mts) y a que el tamaño nunca es un problema. Mencionó a los jugadores de baloncesto muy bajos Tyrone Bogues y Spud Webb y que uno de ellos dijo: “Los otros son los amos del aire, pero el suelo es mío”.
Dustinf Hoffman en la película El Graduado que lo llevó al estrellato de la noche a la mañana
Cuando terminó sus estudios se decidió por dedicarse a la actuación en Pasadena Playhouse. Allí conoció a otro futuro actor que se convertiría en otra estrella premiada como él por los Oscars, Gene Hackman.
Cuando tuvo sus primeras armas como actor, decidió poner rumbo para conquistar las salas teatrales de Nueva York. Como no obtenía los papeles a los que ambicionaba, se dedicó a la docencia. Y cuando todavía los roles conquistaba no colmaban sus expectativas, apostó por una formación más sólida inscribiéndose en la escuela Actor’s Studio, donde aprendió a actuar con un método basado en el sistema Stanislavski.
Cuando cumplió 30 años comenzaron a interesarse en él. Primero hizo una película y después, el director Mike Nichols le dio el protagonismo de uno de sus films más recordados El graduado, su gran despegue. Tenía que representar a un joven que recién completaba sus estudios universitarios y casi ni se notó que ya estaba un poco grande para ese rol. En esa primera aparición fue todo un éxito, especialmente para el público joven de los sesentas que quería romper con las normas establecidas, que al mismo tiempo se deleitaba con la banda de sonido de la película, a cargo de Simon & Garfunkel y una temática que apelaba al sexo. Por debatirse entre Mrs. Robinson (Ann Bancroft) y su hija Elaine (Katharine Ross), obtuvo su primera nominación al Oscar.
Dustin Hoffman junto a un joven Jon Voight, el padre de Angelina Jolie, en Midnight Cowboy. Hoffman interpretaba a un personaje marginal, tuberculoso (FilmPublicityArchive/United Archives via Getty Images)
Su segundo gran rol fue como un personaje marginal del Bronx, lisiado tuberculoso, ladrón de poca monta en Midnight Cowboy, en una dupla con Jon Voight (padre de Angelina Jolie), que se ponía en la piel de un gigoló texano que quería vivir de las mujeres neoyorquinas. Así llegó otra vez a ser candidato al Oscar.
Sin ser un galán, protagonizó una película romántica junto a Mía Farrow en John y Mary (1969). En Papillón (1973) entró de lleno a un drama, esta vez como un recluso en una colonia penitenciaria en el Caribe, en dupla con Steve McQueen. Desde un comienzo que se hizo esperar, el nombre del actor californiano estuvo asociado a las grandes interpretaciones. Su consagración llegó en 1979, con Kramer vs Kramer, una película sobre el doloroso divorcio de una pareja con un hijo de 8 años. El joven padre tenía que hacerse cargo de los cuidados del chico porque su madre había renunciado a su custodia. Su pareja era Meryl Streep y ambos ganaron su primer Oscar por sus actuaciones. También ganó como mejor película, entre otras estatuillas. La película fue el éxito de ese año. Recaudó 106 millones de dólares, con una inversión de 8 millones. Nadie sabía en esos tiempos, lo mal que se llevaban los protagonistas. Se odiaban.
Kramer vs Kramer, de Robert Benton, Dustin Hoffman y Meryl Streep se llevaron muchos premios pero el film fue una pesadilla para ella (Columbia Pictures/Getty Images)
El día del casting, estaban el director de película Robert Benton, y Dustin Hoffman, quien ya tenía varios éxitos que le daban renombre: Papillon, El graduado y Todos los hombres del presidente. A Benton no le había convencido Meryl porque quería profundizar en la psicología del personaje que abandonaba al niño y hacer modificaciones porque parecía un ogro que no habían sabido entender. En cambio Hoffman la quiso de inmediato, por una descarnada razón. El sufrimiento que traía la actriz. Estaba de duelo porque había muerto su pareja, el actor John Cazale de un cáncer de pulmón terminal. Para Hoffman, traía un estado de fragilidad que necesitaban para Joanna Kramer. “Es ella. No busquemos más”.
En el set hubo mucha acción fuera de libreto, en base al “método” de Lee Strasberg, que llama a la memoria de la emoción, aplicados por Hoffman que dejaron mudos a los que estaban presenciándolo. Le dio una cachetada, que dolió verla. Pensaron que la actriz lo denunciaría al sindicato, pero nada de eso sucedió. También lanzó una copa de vidrio contra una pared, también, sin que estuviese en el guión. Y además, se burlaba de la muerte de su ex pareja. Streep no solo fue blanco de la imposición de su violento método. También lo padeció el hijo de ficción, Justin Henry, a quien hacía reír pero también llorar asegurándole que su perro moriría.
Jessica Lange and Dustin Hoffman looks to Dabney Coleman in a scene from the film ‘Tootsie’, 1982. (Photo by Columbia Pictures/Getty Images)
En 1988 protagonizó Rain Man, otra de sus recordadas películas, personificando a un hombre autista. Con este trabajo terminó de consagrarse, en dupla con Tom Cruise. Obtuvo la segunda estatuilla de la Academia de Hollywood. Además de llorar, Hoffman con sus películas hizo reír. Lo logró con Tootsie (1982), Hook (1991) y Wag the Dog (1997).
En una entrevista dijo que Tootsie no fue una comedia para él. Para aceptar el personaje en el que se vestía de mujer, quiso que además de parecerlo, que estuviese bien logrado y que además, se viera como una mujer linda. Y desde la producción le dijeron que ya habían logrado lo máximo de belleza que podían alcanzar. La situación le disgustó a Hoffman, y se quedó reflexionando sobre que jamás hubiese elegido un tipo de mujer de ese estilo y las que se habría perdido por su limitación por seguir determinados estereotipos de belleza.
Con el paso de los años, en una entrevista con la revista británica GQ dijo sentirse avergonzado por excesos del pasado, la etapa que él llamo los años locos de su vida. Tenía 67 años cuando reveló que formó parte de orgías con actrices famosas y que tuvo relaciones en lugares públicos. Por ejemplo, con una mujer dentro de una cabina de un disc jockey de una famosa disco neoyorquina. “Pasaban cientos de personas delante nuestro”, aclaró.
Dustin Hoffman en Cannes junto a su mujer Lisa y su hija Ali (Stephane Cardinale – Corbis/Corbis via Getty Images)
Todo eso, estaba acompañado de drogas. En la misma entrevista contó que consumía cocaína, pero tuvo que abandonarla ya que le causaba alergias. “Después de tomar cocaína, no podía respirar bien durante semanas”, confesó.
En 2017, el actor fue acusado por varias mujeres en la era del Me Too. Incluso Meryl Streep en una entrevista que dio a la revista Times, contó que la primera vez que lo vio eructó al saludarla y la manoseó. “Tras presentarse, puso su mano en mis pechos y me los tocó. ¡Qué cerdo tan detestable!, pensé entonces”, confesó Streep 38 años después de ese abuso. El actor, jamás le respondió nada sobre el asunto.
Agencias