El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, apunta que su país consideraría fabricar su propio arsenal ante la amenaza de Corea del Norte
NotMid 15/01/2023
ASIA
En medio de las tensiones crecientes con los inagotables lanzamientos de misiles de Corea del Norte y con la amenaza de una nueva prueba nuclear del régimen de Kim Jong-un, desde la vecina Seúl, el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol ha dicho que su país consideraría desarrollar sus propias armas nucleares o que podría pedir a su aliado Estados Unidos el despliegue de armas nucleares tácticas en su territorio.
La segunda afirmación no es nueva. El conservador Yoon (61 años), líder del Partido del Poder Popular (PPP), ya lo utilizó como baza durante la campaña electoral que le llevó en marzo a la Casa Azul. Pero esta ha sido la primera vez que ha apuntado la idea de que su país construya este tipo de armas, aunque precisando que por ahora no es una política oficial.
Hay que recordar que Corea del Sur es signataria del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), que prohíbe al país buscar armas nucleares. Además, en 1991, firmó con el Norte una declaración conjunta donde ambas Coreas pactaron no probar, fabricar o almacenar armas nucleares. Un acuerdo que Pyongyang ha incumplido, ejecutando seis pruebas nucleares desde entonces. Ahora, Kim Jong-un ha prometido expandir su arsenal nuclear, incluso usarlo contra Seúl.
Este es el complicado contexto en el que se han desarrollado las últimas declaraciones de Yoon. ¿Desarrollará el país asiático sus propias armas a corto plazo? ¿Volverá Washington, después de retirar todas sus armas nucleares de Corea del Sur en 1991, a desplegarlas allí?
“Es posible que el problema empeore y nuestro país introduzca armas nucleares tácticas o las construya por su cuenta. Si ese es el caso, podemos tener nuestras propias armas nucleares con bastante rapidez, dadas nuestras capacidades científicas y tecnológicas”. Esa fue la transcripción de las palabras de Yoon publicada por su oficina presidencial. Aunque hay algunos matices según se coja la lectura en coreano o en inglés.
“Las declaraciones en coreano son en condicional, viniendo a decir que, si en un futuro continúa la amenaza norcoreana y no hay ninguna otra solución, pues entonces se podría considerar desarrollar armas nucleares. La traducción en inglés que se ha sacado es más directa y dice que Yoon lo estaría considerando, pudiendo dar a entender que podría ser en este momento”, apunta Ramón Pacheco Pardo, profesor de Relaciones Internacionales en King’s College de Londres y uno de los mayores especialistas internacionales en la península de Corea.
“Yo creo que a corto plazo es muy difícil que eso ocurra porque EEUU ha dejado claro que no está por la labor de apoyar ese rearme nuclear de Seúl, considerando las repercusiones que eso podría tener, con potencias nucleares vecinas muy molestas, como China y Rusia, y un efecto llamado a otros países, que dirían que ellos también quieren tener armas nucleares”, asegura el experto.
“El reciente comentario del presidente Yoon sobre la posibilidad de un armamento nuclear propio para Corea del Sur fue una expresión de su firme compromiso de defender a la nación contra la creciente amenaza nuclear de Corea del Norte”, publicó el jueves la agencia surcoreana Yonhap compartiendo un comunicado de la oficina presidencial.
Esta semana, funcionarios de Washington y de Seúl han dicho que ambos países planean realizar en febrero simulacros nucleares conjuntos para disuadir a Pyongyang, cuyas sacudidas en la región con continuos lanzamientos de misiles el año pasado (un récord de más de 90 cohetes los que dispararon en más de 40 rondas de lanzamientos, desde misiles de crucero hasta los temidos balísticos intercontinentales), despertaron una fuerte alianza militar entre Corea del Sur y EEUU, a la que también se unió Japón.
Los tres países llevan meses entrenando juntos a un ritmo vertiginoso sus capacidades defensivas y de ataque. Incluso la amenaza del Norte ha acercado como nunca a Tokio y Seúl, que han aparcado sus habituales frías relaciones para hacer piña en un frente común junto a Washington (que todavía mantiene 28.500 soldados estadounidenses en Corea del Sur), que ha intensificado su presencia en la región.
“Corea del Norte ya no realiza sus ensayos militares para mandar ningún mensaje, sino que considera que tiene que mejorar su tecnología como está haciendo Corea del Sur con EEUU. Pyongyang está metido de lleno en un programa de mejora tecnológica, sobre todo en su sistema de misiles. La vuelta al diálogo es complicada”, continúa Pacheco Pardo.
“Las recientes demostraciones de beligerancia de Pyongyang han provocado una rápida reacción de Seúl. Después de que a finales de diciembre cinco drones penetraran en el espacio aéreo de Corea del Sur (uno de ellos violando la zona de exclusión aérea sobre la oficina presidencial en la capital), el presidente surcoreano reprendió a los militares por no derribarlos y ordenó una revisión del Acuerdo militar integral de 2018 con Corea del Norte, que establece zonas de amortiguamiento por aire, tierra y mar para reducir los riesgos de conflicto armado. Las reiteradas violaciones del acuerdo han dado lugar a especulaciones de que Seúl podría cancelar el acuerdo”, escribe en ‘The Conversation’ Christoph Bluth, Profesor de Relaciones Internacionales y Seguridad, Universidad de Bradford.
Las tensiones en la península de Corea preocupan a muchos analistas, que creen que este año podrían volver los choques directos entre los ejércitos de ambos países como ocurrió en 2010, cuando el Norte llevó a cabo un bombardeo en la isla surcoreana de Yeonpyeong y hundió un barco de la Armada de Seúl, matando a 46 marineros.
Lucas De La Cal