Encontremos a un estadounidense que acaba de votar al Trump de entonces y anunciémosle lo que va a ocurrir
NotMid 23/01/2025
OPINIÓN
DAVID JIMÉNEZ TORRES
Subámonos a una máquina del tiempo y viajemos a noviembre de 2016. Encontremos a un estadounidense que acaba de votar al Trump de entonces y anunciémosle lo que va a ocurrir. Contémosle que el tipo al que acaba de apoyar se negará, cuatro años después, a reconocer su derrota electoral, que montará una gigantesca campaña de intoxicación y de intentos -algunos legales, otros ilegales- de subvertir el resultado, y que terminará alentando un asalto violento al Capitolio por parte de sus seguidores. Expliquémosle, también, que ese dirigente se volverá a presentar a unas elecciones prometiendo, entre otras cosas, indultar a quienes participaron en aquel asalto. Y digámosle finalmente que él -nuestro votante republicano de 2016- le votará de nuevo. Es muy posible que nos responda que eso no puede ser, que él nunca apoyaría algo así.
Subámonos a la misma máquina del tiempo y viajemos a noviembre de 2019. Encontremos a un español que acaba de votar al Pedro Sánchez de entonces, y contémosle lo que va a ocurrir. Expliquémosle que el dirigente al que acaba de votar indultará a los sediciosos del procés, reformará el Código Penal al gusto de los delincuentes y amnistiará al mismo prófugo al que había prometido traer a España para que respondiese ante la Justicia. Podemos hablarle, además, de la colonización de las instituciones y de la Ley Begoña. Anunciémosle entonces que, después de todo eso, él -nuestro votante socialista de 2019- seguirá indicando a los encuestadores que volverá a votar a Sánchez. No es descabellado pensar que ese votante también diga que esto es imposible; él no apoyaría algo así. Quizá añada que todo eso son exageraciones de la derecha, que está muy radicalizada.
Imaginar a aquellos votantes recuerda que la política de los últimos años ha tenido mucho de exploración: descubramos qué está dispuesto a aceptar el electorado. Y, en concreto, descubramos si su verdadero límite se encuentra más lejos de donde ellos mismos creen que está. Ya sea de forma intencional o improvisada, los líderes más exitosos de nuestro tiempo parecen ser los que han acertado en ese trabajo de prospección. La gran pregunta para el futuro es si ya se ha alcanzado el nuevo límite o si aún hay cosas que nos parecen intolerables y que, en unos años, terminaremos aceptando.