Este 2025 toca celebrar el año de la serpiente de madera, signo bajo el que nacieron personalidades como Gandhi, Mao Zedong, Picasso o Taylor Swift
NotMid 29/01/2025
ASIA
Los fuegos artificiales y los petardos ahuyentan a Nián, un demonio mitológico que teme al ruido y al color rojo. Por ello, a pesar de la prohibición de todo juguete pirotécnico como medida medioambiental contra la contaminación, el estruendo es la banda sonora que acompaña a las fiestas por el Año Nuevo Chino en Longkou, un municipio al este de China, en la costa del mar de Bohai. Además de lanzar petardos, Yuan Li, un contable de 49 años que abraza las arraigadas costumbres supersticiosas de su país, se sienta en la acera de una intersección de cuatro calles y comienza a quemar un fajo de billetes falsos y papeles amarillos con mensajes para sus antepasados.
“Es una ofrenda que hacemos a nuestros familiares muertos, una forma de honrarlos y que ese sientan confortables en el otro lado. Estos billetes se transforman al quemarnos en bienes materiales que puede utilizar el ser querido que está en el más allá. En los papeles he escrito la dirección de mi casa para que los espíritus de mis antepasados también puedan venir a celebrar la entrada del Año Nuevo”, explica Yuan. “Lo ideal es quemar el papel en una intersección porque es un punto de conexión entre diferentes caminos, entre el mundo de los vivos y el de los muertos”. En la tradición china, se cree que hay espíritus que vagan desorientados sin encontrar la luz y la quema de estos papeles en los cruces de calles les ayuda a encontrar el camino correcto.
Longkou, que significa boca de dragón, baila entre su pasado agrícola y su próspero presente industrial. El paisaje nevado de estos días se entrelaza con los farolillos rojos colocados en casa esquina. Familias como la de Yuan han limpiado a fondo las casas y coches para librarse de las malas vibraciones del año anterior. Todas las viviendas se decoran con pareados poéticos con el carácter grabado de Fú, que significa felicidad.
Este 2025 toca celebrar el año de la serpiente de madera. En la astrología china hay 12 signos del zodíaco con un animal que se empareja con uno de los cinco elementos (metal, madera, agua, fuego y tierra) para buscar la armonía y el equilibrio. Entre las personalidades nacidas bajo el signo de la serpiente se encuentran Mahatma Gandhi, Mao Zedong, Pablo Picasso y Taylor Swift. La fiesta comienza con el banquete del Nián yè fàn, lo equivalente a nuestra cena de Nochevieja.
En la casa de los Yuan abundan todo tipo de copiosos manjares tradicionales, hasta 28 platos para las nueve personas que están sentadas en la mesa: gambas, ensalada de algas, sangre de cerdo, arroz gelatinoso con fresas, noodles de patata con champiñones y pollo, salchichas dulces y picantes, albóndigas gigantes, costillas, berenjenas fritas bañadas soja, pescado con salsa de ostras…
Estos alimentos, cuidadosamente seleccionados, tienen un significado simbólico. Por ejemplo, los fideos representan longevidad y el pescado la abundancia. A medianoche, en lo equivalente en España a tomarnos las uvas, en China se comen los famosos dumplings, que evocan la buena fortuna. Hay dos tipos de empanadillas caseras chinas (jiaozi) que se sirven en casa de los Yuan: cerdo con repollo envuelto en una masa de harina y espinacas, y en otra hecha con la conocida como fruta del dragón, de color morado, muy buena para hacer la digestión. Los otros jiaozi, estos con la masa blanca convencional, llevan sepia, cebollino y huevo.
La familia ha apartado tres platos repletos con esta comida para los espíritus de los ancestros, otro hábito más en la China más anclada a sus tradiciones dinásticas. Como la de introducir seis monedas dentro de los dumplings y a quien le toque significa que le aguarda un buen año.
Después de la segunda y también abundante cena, los más mayores de la familia, los abuelos y los tíos, reparten los hóngbo, sobre rojos con billetes (estos reales) que suman una cantidad de dinero que termina en número par, un signo de auspicio.
La costumbre de los sobres rojos se remonta a la dinastía Han (206 a. C.-220 d. C.), donde se utilizaban para alejar a los malos espíritus. Hoy en día, en muchas casas esta práctica ha evolucionado en forma de pagos digitales, con las plataformas como WeChat -el hermano chino de WhatsApp- que presenta una función para enviar a otras cuentas sobres rojos digitales con yuanes, la moneda local. Este año, el Gobierno chino ha advertido a sus funcionarios que rechacen estos obsequios si vienen de subordinados, ya sean sobres virtuales o físicos, porque se puede interpretar como un soborno.
Antes de los sobres y de los dumpling, tras terminar de cenar alrededor de las 20.00 horas, las familias se aprietan en el sofá para ver la gala de Año Nuevo. La cadena pública CCTV lleva emitiéndola en directo desde 1983 y es el programa más visto del mundo cada año, con una audiencia media que supera los 1.000 millones de espectadores.
Agencias