Presumo que uno de los momentos más emocionantes de este Gobierno de coalición venga cuando deje de serlo
NotMid 04/06/2022
OPINIÓN
RICARDO F. COLMENERO
Los cuatro años de Gobierno de Pedro Sánchez ya son los cuatro años más largos de la historia de la democracia. Uno se pone a mirar imágenes de la moción de censura a Mariano Rajoy y parece que está viendo imágenes coloreadas del NO-DO. Por allí se veía a Ábalos, a Pablo Iglesias, a Rajoy, y a un diputado llamado Pablo Casado. La política va tan rápido que este martes podemos celebrar que hace cuatro años que Màxim Huerta fue ministro, y al martes siguiente celebrar que dejó de serlo, evento que probablemente sólo celebre el propio Màxim Huerta.
El Manual de resistencia de Pedro Sánchez más que a una biografía se parece cada vez más a un libro de cocina, en el que se enseña cómo emplatar toda clase de víctimas, tanto si son rivales políticos como socios de gobierno o ministros de tu propio partido. Por primera vez un presidente de este país no ha tenido tiempo ni para hacerlo bien o mal, porque ha centrado toda su actividad en encontrar al responsable de su próxima crisis.
Hace cuatro años, en la bancada de Podemos había lágrimas y se gritaba “sí se puede”, que hoy suena tan obsoleto como “OTAN no”. De hecho nada suena tan nuevo estos días como “OTAN no”, aunque sólo sea para que el presidente pueda sacrificar a Margarita Robles por engañar a los Estados Unidos diciendo que España es un “socio serio y fiable”.
Presumo que uno de los momentos más emocionantes que nos esperan de este Gobierno de coalición venga cuando deje de serlo, y Sánchez pueda presumir ante los españoles de haber evitado un ridículo internacional provocado por su propio socio. Si Feijóo se ha quedado sin espacio para hacer oposición por culpa de medio gobierno y sus socios preferentes, cuando se apriete el botón electoral corre el riesgo de tener la misma relevancia que Teruel Existe.
Ahora que hay elecciones en Andalucía, lo peor que le podría pasar a Sánchez sería que ganara el Partido Socialista, privandole de la oportunidad de imputarle a Núñez Feijóo otro acuerdo con la extrema derecha. Una vez más la mejor oferta de Sánchez consiste en librarnos del gobierno de otro, ya sea Podemos o Vox, para que vivamos en un mundo mejor en el que simplemente estará él. Las encuestas auguran que el tiempo de Pedro Sánchez está llegando a su fin. Otra vez. Hasta ahora han demostrado su inutilidad porque se limitan a predecir victorias y derrotas, pero nunca resurrecciones.
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