Los proyectiles fueron lanzados después de que el régimen norcoreano disparara el miércoles la mayor cantidad de misiles en un solo día desde 1945
NotMid 03/11/2022
ASIA
Corea del Norte ha vuelto a sacar a pasear sus misiles por segundo día consecutivo en una nueva oleada de pruebas sin precedentes que están sacudiendo la región y avivando las tensiones hasta unos niveles muy peligrosos.
Pyongyang ha lanzado tres proyectiles hacia el Mar de Japón, también llamado Mar del Este por las dos Coreas: un misil balístico de largo alcance y dos de corto alcance.
Un poco antes, la confusión imperó cuando el Gobierno de Japón aseguró que un misil balístico habría sobrevolado su territorio por segunda vez en un mes, cayendo después en aguas del Pacífico. En cambio, las propias autoridades japonesas lo desmintieron más adelante, precisando que el cohete no había atravesado el país, como si hizo un balístico norcoreano a principios de octubre, algo que no ocurría desde 2017.
El ministro de Defensa japonés, Yasukazu Hamada, dijo que los tres misiles se lanzaron justo antes de las 8.00 de la mañana, hora local, y que uno de ellos alcanzó una altitud máxima de 2.000 kilómetros y voló unos 750 kilómetros. Este proyectil de largo alcance, que se cree que es un balístico intercontinental (ICBM), habría aterrizado a unos 1.100 kilómetros de la costa japonesas.
El lanzamiento del jueves provocó advertencias de evacuación a los residentes de las prefecturas de Miyagi, Yamagate y Niigata. “Evacue a un edificio o a un lugar subterráneo”, publicó en Twitter la oficina del primer ministro japonés. Ese tuit fue seguido por otro varios minutos después que decía: “Pasó el misil. Pasó el misil. Se cree que el misil pasó al Océano Pacífico aproximadamente a las 7:48 am. Si ve algo sospechoso, no se acerque y comuníquese con inmediatamente a la policía o al departamento de bomberos”.
La última amenaza norcoreana llega un día después de que el régimen de Kim Jong-un batiera dos récords: un misil norcoreano impactó en aguas territoriales del sur y su ejército disparó la mayor cantidad en un solo día desde que la península se dividió en 1945.
Fueron 23 proyectiles. Más que en los dos años anteriores juntos. Uno cayó a menos de 60 kilómetros de la ciudad surcoreana de Sokcho, en la costa este. La traca final de Kim incluyó además más de 100 proyectiles de artillería que el ejército norcoreano lanzó desde su costa este hacia una zona de amortiguamiento militar establecida en un acuerdo militar de 2018 con Seúl.
Desde principios de 2022, Corea del Norte ha ejecutado más de 40 rondas de pruebas de misiles, lanzando más de 60 cohetes al mar. Desde armas hipersónicas hasta los temidos ICBM. Nunca antes había llevado ese ritmo. Las tensiones en la región se retuercen aún más mientras en Washington alertan cada semana de que Pyongyang está cocinando el plato fuerte: una prueba nuclear, que sería la primera desde 2017 y la séptima con un Kim sentado en el trono del hermético país asiático.
Corea del Norte insiste en que hay una lógica racional en sus acciones: responder a las maniobras militares conjuntas entre Washington y Seúl, las mayores de su historia. Las democracias aliadas defienden que sus ejercicios están diseñados para disuadir las ambiciones nucleares de Pyongyang, no para presentar una amenaza ofensiva, sino defensiva.
“Nuestro compromiso con la seguridad de Corea del Sur y Japón sigue siendo férreo, y nos asociaremos para abordar las provocaciones del Norte”, dijo Wendy Sherman, la subsecretaria de Estado de EEUU, tras los últimos disparos norcoreanos.
Esta semana, los ejércitos de Corea del Sur y Estados Unidos han movilizado a más de 240 aviones de combate, incluidos los poderosos cazas furtivos F-35 avanzados, sobre el cielo de la península de Corea, para realizar simulacros a gran escala con alrededor de 1.600 salidas.
Hace menos de un mes, militares de Washington, Seúl y Tokio realizaron ejercicios antisubmarinos conjuntos y el portaaviones de propulsión nuclear USS Ronald Reagan de la armada estadounidense navegó alrededor de la península coreana por primera vez en cinco años.
Agencias