El pasado octubre, el Ejército Popular de Liberación ya chino desplegó 153 aviones de combate y casi una treintena de buques de guerra, incluido uno de sus tres portaviones, para realizar un ensayo de bloqueo total sobre siete puntos alrededor de la isla
NotMid 11/12/2024
ASIA
La semana pasada, el presidente taiwanés, Lai Ching-te, realizó una gira por el Pacífico, visitando algunos diminutos estados insulares que permanecen en la cada vez más reducida lista de aliados diplomáticos de Taiwán. En aquel viaje, Lai hizo un par de largas escalas en los territorios estadounidenses de Hawái y Guam. Dos paradas que, como sucedió en anteriores visitas de líderes taiwaneses a EEUU, iban a desatar la rabieta de China. Sólo había que esperar para ver de qué formar el ejército del gigante asiático respondía a lo que ellos consideran una provocación por parte del presidente de la isla que Pekín señala como una provincia separatista.
El lunes, desde Taipéi anunciaron que habían elevado su nivel de alerta porque buques del ejército chino y de su guardia costera se estaban moviendo en aguas del estrecho de Taiwán. Un día después, el Ministerio de Defensa taiwanés aseguró que China estaba desplegando “su mayor flota naval en aguas regionales en casi tres décadas”.
Este comunicado captó la atención de la prensa internacional, a la espera de que el Ejército Popular de Liberación (EPL) de China anunciara unos nuevos ejercicios militares a gran escala alrededor de la isla autogobernada, que serían los terceros este año.
En cambio, Pekín no anunció oficialmente ninguna maniobra en esa zona, algo que sí que hizo en otras ocasiones cuando el EPL ejecutó algún simulacro de invasión. El miércoles, el Gobierno chino sí que se pronunció para decir que su ejército tomará “las medidas necesarias” para defender la soberanía del país y “no tolerará actividades separatistas”.
En Taiwán explicaron que el despliegue chino incluía alrededor de 90 buques, así como 47 cazas de combate. Este miércoles, las autoridades taiwanesas afirmaron que ha habido un aumento de la actividad militar alrededor de la isla con 53 aviones chinos. Desde EEUU, el principal valedor internacional de Taiwán, han rebajado el tono de alarmismo de Taipéi para decir que los despliegues navales chinos de estos días en el Mar de China Oriental y el Mar de China Meridional, son “consistentes con otros grandes ejercicios en el pasado”. Es decir, según los funcionarios de Washington, la presión militar del régimen chino es elevada, pero como tantas otras veces.
Pekín comenzó a ejecutar grandes simulacros de invasión y bloqueo sobre Taiwán después de la provocadora visita en el verano de 2022 de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi. En abril de 2023, cuando la ex líder taiwanesa Tsai Ing-wen viajó hasta California para reunirse con Kevin McCarthy, entonces presidente de la Cámara, el ejército chino ensayó el lanzamiento de aviones de combate desde portaaviones.
El pasado octubre, el EPL desplegó 153 aviones de combate y casi una treintena de buques de guerra, incluido uno de sus tres portaviones, para realizar un ensayo de bloqueo total sobre siete puntos alrededor de la isla, con el propósito de aislar a Taiwán de una rápida asistencia de EEUU. Una semana después, Pekín realizó otros grandes ejercicios militares, pero en esa ocasión con simulacros de fuego real.
El presidente Lai, durante su visita la semana pasada a Hawái y Guam, se reunió con autoridades locales y legisladores estatales. “La paz no tiene precio y la guerra no tiene ganadores; tenemos que luchar, luchar juntos para evitar la guerra”, dijo Lai en un discurso en Honolulu. Como Taiwán no mantiene relaciones diplomáticas formales con EEUU (Washington las rompió en 1979 estableció vínculos con Pekín), los funcionarios de ambos países cuidan siempre mucho cada detalle de estos viajes para que no sean más que “tránsitos” de los líderes taiwaneses en territorio estadounidense.
En Pekín, que se opone a cualquier contacto oficial entre Washington y Taipéi, siguieron de cerca el viaje de Lai en Hawái y Guam, dos islas que albergan instalaciones militares estadounidenses que podrían activarse rápido de cara a cualquier conflicto relacionado con Taiwán.
Agencias