Nunca la marca personal de Pablo Casado ha estado por encima de la intención de voto directa al PP
NotMid 24/02/2022
España
El Partido Popular ha roto con Pablo Casado, un líder con el que sus votantes nunca se sintieron especialmente entusiasmados. Los datos del CIS, hasta el barómetro hecho público esta misma semana y cuyos datos ya nacen desfasados y atropellados por la propia realidad de la derecha, demuestran que el presidente del PP nunca contó con la confianza plena de los votantes del partido. En este mes de febrero de aciago recuerdo para Casado, el estudio apunta que solo cuatro de cada 10 votantes del PP (un 43%) lo preferían a él como presidente del Gobierno. Es decir, que su nombre, por sí solo, no sumaba más papeletas a la marca del partido, al contrario que su adversario Santiago Abascal, quien desde la moción de censura se pone por encima de las siglas de Vox y es el principal activo del partido.
Para llegar a estas conclusiones tan frías analizamos y cruzamos los datos de tres preguntas del CIS: i) preferencia del encuestado sobre quién quiere que sea presidente del Gobierno; ii) partido que siente que es más cercano a sus ideas políticas y iii) a quién piensa votar en unas próximas elecciones o la intención de voto directa sin que medie ahí la cocina posterior de los datos.
De estas tres variables podemos concluir si los valores de apoyo a un líder político están por encima de las siglas de su partido o por debajo. Si un líder tiene tirón electoral o si subsiste gracias a la locomotora de su partido. Los últimos datos de enero especificaban que entre los votantes la preferencia por el PP era del 15,3% mientras que solo el 10,8% (cinco puntos menos) señalaba directamente a Pablo Casado como presidente del Gobierno. La intención de voto directa al PP era del 13,9%. Casado estaba tres puntos por debajo de la intención de voto directa a sus siglas.
Este hecho ha sido constante durante toda su etapa al frente del Partido Popular. Nunca su marca personal ha estado por encima de la intención de voto directa al PP. En noviembre, Casado estaba 4,7 puntos por debajo de sus siglas. En abril de 2020, en pleno confinamiento y estado de alarma, estaba 2,3 puntos por debajo. Y esto, a pesar de que, en ese momento, la intención de voto directa al PP era bastante fuerte, del 14,8%, capitalizando buena parte de la desafección social con el Gobierno y su gestión de la crisis sanitaria. Aun así, desde el principio de la pandemia la desconfianza de sus propios votantes hacia su figura comenzó a aumentar, situándose en algunas ocasiones en niveles superiores al 60%.
Hay que retrotraerse a los barómetros de septiembre de 2019 y enero de 2020 para encontrar las mejores marcas de Pablo Casado. En esos dos estudios casi llega a empatar con la intención de voto a su partido, pero siempre quedándose entre seis y tres décimas por debajo, respectivamente. Sus mejores registros, por otro lado, siempre han sido entre el votante mayor de 61 años, que son, a todos los efectos, los graneros de votos más sólidos de los dos grandes partidos.
El barómetro de enero, que no recoge el efecto de las elecciones en Castilla y León ni de la crisis interna que estalló a raíz del enfrentamiento con la presidenta de la Comunidad de Madrid, ya advertía también de que la mitad de su electorado no le quería como futuro presidente y que dos tercios confiaban poco o nada en él.
Esto ocurría mucho antes de que unos 3.000 simpatizantes acudieran a la sede del partido para reclamar dimisiones y un cambio de rumbo en el PP. Ya poco después de su llegada a la dirección del Partido Popular empezaron a surgir voces internas que denunciaban que su liderazgo era débil, interna y externamente. Los factores mencionados y otros exclusivamente internos y relacionados con el poder han precipitado una crisis de velocidad electrizante en el seno de Génova 13. Queda por despejar la duda: ¿qué líder del PP será el evaluado en el próximo barómetro del CIS?
Datos del CIS
TheObjective