El español se impuso a Sergio Pérez y a Lewis Hamilton en un Gran Premio que comenzó con un tremendo susto: Guan Yu Zhou acabó contra las protecciones.
NotMid 03/07/2022
DEPORTES
Carlos Sainz hace historia para el automovilismo español al conseguir su primera pole en la F1, justamente 10 años después de la última de Fernando Alonso en el GP de Alemania 2012. Silverstone, la pista en al que se subió por primera vez a un monoplaza de esta categoría, en julio de 2013 (con un Red Bull RB9), quedará grabado con letras de oro en su trayectoria.
Es el golpe que esperaba, el punto de inflexión que aguardaba tras un terrible inicio de temporada, con un Ferrari ganador que a él no le iba, pero que pudo meter en vereda en una jornada dantesca por la lluvia y por los peligros que encerraba cada curva y cada frenada. Una pole épica por completo, reservada a los valientes.
La carrera
Tenía que ser así, en una de las carreras más espectaculares que se recuerdan en la Fórmula 1 contemporánea. Sobre el asfalto de un templo, Silverstone. Con un coche de leyenda, Ferrari. Y con un piloto que ha cambiado la historia y ha devuelto la esperanza de un país que creía que los éxitos en este deporte eran cosa del pasado. Carlos Sainz conquistó el GP de Gran Bretaña desde la pole, suena fácil pero pareció imposible durante tres cuartos de la prueba. Se rehízo de todas las adversidades que caben en dos horas. El himno español volvió a sonar en un podio del Mundial. 140.000 aficionados asistieron a un domingo épico de carreras, a un intercambio de golpes inolvidable entre Pérez, Hamilton, Leclerc e incluso Alonso. Pero delante, indiferente, con tres segundos de ventaja para respirar después de un domingo repleto de problemas e incidencia, el madrileño cumplía el sueño de una vida. “¡Vamos! ¡Vamos!”, gritó por radio. “Bravo, Carlos”, respondió Binotto. Bravisimo, no cabe duda. Bravísimo y ganador.
Qué bonito… ¡y qué difícil! En la salida, arrancó mejor Verstappen y le pasó; igual que Hamilton pasó a Pérez y Leclerc y se puso tercero. Un espeluznante accidente acabó con Zhou boca abajo a muy alta velocidad, y después encerrado entre la barrera de neumáticos y la valla de protección (no salió herido, tampoco Albon, Gasly o Russell, los otros implicados, si bien el tailandés fue evacuado al hospital por precaución). Hubo bandera roja y como no se había completado ni dos tercios de vuelta, la resalida debió realizarse según la parrilla original. Primer golpe de suerte en una tarde que devolvió de una vez toda la que se escapó en otras ocasiones.
La segunda salida de Sainz fue fulminante, se emparejó con ‘Mad Max’ y le paró los pies. Se puso a tirar. La presión del neerlandés era constante con el paso de las vueltas y surtió efecto: Carlos se equivocó, un trallazo del coche le mandó a la hierba y cuando regresó a la pista había perdido la posición. Además le apretaba Leclerc, insistente como suele. Y entonces… la magia, las hadas, que lo llamen como quieran: Verstappen notó un pinchazo y entró directo al ‘pit-lane’. El campeón desapareció de la carrera con problemas de agarre constantes (acabaría séptimo). El español volvía a estar delante con su compañero pisándole los talones.
Fue literal, Charles le pisó los talones, le presionó tanto como pudo. Y Hamilton, a cuatro segundos, también. La parada en boxes adelantada dio aire a Sainz, pero cuando los tres habían efectuado el cambio de neumáticos, el fulgurante ritmo de Leclerc que no podía equiparar Carlos obligó al muro a intervenir (porque el Mercedes ponía en riesgo la victoria). Sainz se dejó adelantar, pero no perdió la estela de Leclerc y mantuvo cierto margen de seguridad con Lewis.
Y entonces… el enésimo chispazo que lo cambia todo: Ocon abandonó en mitad de una recta y salió el coche de seguridad. Sainz entró al pit lane y montó gomas blandas, como todos los que venían por detrás. ¿En qué estaría pensando la fábrica de Maranello cuando Leclerc se quedó fuera con sus gomas duras usadas? Se quedó vendido el talento monegasco. Cuando se relanzó la carrera Carlos sacó toda la agresividad, toda la rabia, y se emparejó en la segunda recta con el interior ganado y la adrenalina por las nubes. Charles, pura rabia, se defendió con lo que tenía. Pero no era suficiente, la furia española iba camino de su 33ª victoria en la Fórmula 1.
Detrás se lió una fiesta. Leclerc taponaba al resto, Checo lo intentaba con todo, llegaron emparejados a la última curva… ¡y Hamilton adelantó a los dos por fuera! Espectacular. Pérez volvió, pasó al inglés, también el Ferrari. Se escapó el Red Bull y aguantó lo que pudo el monegasco. La segunda oleada de Hamilton sobre Leclerc tuvo respuesta durante media vuelta, de hecho Charles le hizo una pasada por el exterior épica en Copse, pero se impuso la lógica, Hamilton. Y Alonso terminó quinto, a distancia de DRS, en el mismo tren que los mejores.
Sonrió Sainz, esta vez sí, cuando se quitó el casco. Sonrió cuando sonó el himno español nueve años después. Sonrió cuando la megafonía atronó con el himno italiano, por Ferrari. Tercera victoria del año para la Scuderia, que empieza a recortar a Red Bull y a Verstappen. Primera victoria en la carrera de Carlos Sainz.
TABLA DE TIEMPOS CARRERA GRAN PREMIO DE GRAN BRETAÑA
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