Su fracaso en la campaña electoral no les cura la vanidad de sentirse importantes
NotMid 18/11/2024
OPINIÓN
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Confieso que no había tenido en cuenta el posible efecto curativo de la victoria de Donald Trump en el infotainment de Estados Unidos, esa tribu de famosos, siempre los mismos, siempre de izquierdas, lujosamente ataviados de mendigos, que posan preocupadísimos por el futuro del planeta y, de vuelta en su jet de las rebajas de Prada, dicen a los grupos sociales, cuidadosamente separados por razas y edades, lo que tienen que votar. Un podcaster que en su día votaría a McCain dijo, tras votar a Trump por primera vez, que el peligro mayor para la libertad en Estados Unidos es la inquisición cultural y la arrogancia insufrible de los woke, cuya dictadura en los medios, el cine y la televisión es, decía, intolerable. Una encuesta reciente concluyó que el 84% de las noticias en campaña fueron favorables a Kamala; el 16%, a Trump. La influencia mediática ha sido nula.
Hay que repasar las declaraciones de los héroes de Hollywoke asegurando que jamás ganaría Trump. Lo han intentado asesinar tres veces en la campaña, y en una fallaron por cinco milímetros. Pero son incontables los lamentos, entonces y ahora, porque siga vivo. Sin embargo, el odio está sólo en Trump. La democracia, dice una politontóloga en Televisión Espantosa, ha fallado. El remedio, Caracas.
Los famosos que dijeron que dejarían Estados Unidos si ganaba Trump, pero no lo hicieron en su primer mandato, han empezado su héjira abandonando X, antes Twitter. Su fracaso en la campaña electoral no les cura la vanidad de sentirse importantes. Y se ha producido un gesto desde un rincón de Europa que podría inclinar la balanza hacia el Bien y dejar en céfiro blando Lo que el viento se llevó. Hablo, claro, de la decisión de La Vanguardia de dejar esa red, hoy abyecta, ayer magnífica.
Todo lo cambia el gesto de ese faro de independencia, modelo de obstinada voluntad, renunciando al dinero político, fortín de las libertades contra la dictadura franquista y el nacionalismo separatista y xenófobo. Ejemplo: su editorial Por la dignidad de Cataluña, junto a otros diez periódicos catalanes, atacando una sentencia del Tribunal Constitucional sin publicar.
A la tribu huérfana de Hollywood le faltaba un capitán para recuperar el élan vital, la tribal epifanía. Es decir, le faltaba La Vanguardia para reconquistar fuerza y moral. ¡Capitán Godó, a salvar América, y, luego, el planeta! ¡Qué héroe para Hollywood, qué serie para Netflix!