Si Pumpido legaliza el golpe antes de juzgarlo es porque es suyo
NotMid 15/11/2023
OPINIÓN
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
La Ley de Amnistía presentada por Patxi López debió serlo por su innegable autor, Cándido Golpe-Pumpido, que bastante conde tuvimos ya con Don Julián. Nunca una ley del Gobierno puede aseverar cien veces que es constitucional, porque eso corresponde resolverlo al Tribunal Constitucional en caso de recurso. Salvo, claro está, que la haya redactado el propio presidente del Tribunal Constitucional, como es el caso. Si Pumpido legaliza el golpe antes de juzgarlo es porque es suyo. No es que sea juez y parte, es que parte la ley por en medio, cuya larguísima exposición de motivos deja las huellas dactilares que lo delatan. Toda la primera parte es un intento de buscar motivos para no acabar en la cárcel. Sin embargo, además de confesar su autoría, da motivos para condenarlo. No es que Pumpido avale el golpe antes de darlo, es que el golpe lo da él.
La clave, como demostró ayer Rodríguez-Zapata, es que esta ley infame atribuye a las Cortes un papel que la Constitución le ha negado desde la de 1812, que decía en su artículo 243: «Ni las Cortes ni el Rey podrán ejercer en ningún caso las funciones judiciales, avocar causas pendientes, ni mandar abrir los juicios fenecidos». Golpe-Pumpido crea por su cuenta un Comité de Salud Pública como el del Terror de 1793, que mandaba a la guillotina desde sus escaños a los “enemigos del pueblo”, los nobles, jueces o periodistas que molestasen a la tiranía, mientras loaba los 300.000 masacrados de la Vendée, eso sí, en nombre del pueblo. Tres veces sale en la interminable lombriz intestino-legal la “soberanía popular”, jerga bolivariana que calca las “leyes habilitantes” de Carl Schmitt para Hitler. Maduro también se decía “víctima” del lawfare, que no sale literalmente en la ley, pero sí en sus meandros boyescos. Las Comisiones serán, como los “tribunales populares ” de la II República, una checa judicial.
La ley es la zafiedad al servicio de la mendacidad. Miente sobre los orígenes del golpismo catalán, copia todas las trolas del racismo catalán, oculta que, desde las leyes de desconexión, el golpe negó los derechos civiles de la población de Cataluña, y camufla con una zurupetez la amnistía a los terroristas “que no tengan sentencia firme”. No sé quién llamó a Pumpido eximio jurista. Será extinto. Y en redacción, suspenso.