NotMid 26/02/2022
Deportes
MADRID — Un gol del francés Karim Benzema a los 83 minutos permitió al Real Madrid sumar los tres puntos en el estadio de Vallecas, en un partido en el que sufrió mucho para contener los ataques del Rayo y Thibaut Courtois sostuvo a su equipo con varias paradas de mérito.
El equipo de Carlo Ancelotti protagonizó un inicio de partido fulgurante, con dos ocasiones claras en los cinco primeros minutos y ambas con el mismo protagonista, Marco Asensio, que se encontró en sus dos remates con Luca Zidane, que realizó dos buenas paradas para desbaratar el peligro.
Al Rayo le costó encontrar el ritmo del partido, pero cuando supo acoplarse al juego de su rival mejoró mucho sus prestaciones ofensivas para empezar a merodear el área de Thibaut Courtois con un disparo raso que se marchó al lateral de la red de Bebé y un cabezazo de Sergi Guardiola que atrapó el portero belga.
Esa mejoría del Rayo llegó acompañada de las imprecisiones del Real Madrid en el centro del campo con varias pérdidas importantes de Casemiro, que dio alas a su rival a tener jugadas rápidas en ataque con la velocidad que mostró Álvaro García por el costado izquierdo.
Antes del descanso, el Real Madrid pudo abrir el marcador con un tanto de Casemiro que inicialmente el colegiado dio como gol y que, tras revisión del VAR por pinganillo, fue anulado por falta y fuera de juego cuando el Rayo se disponía a sacar de centro.
Ese no sería el último susto del Rayo antes del descanso, puesto que en el minuto 45 Karim Benzema buscó un desmarque y remató de cabeza un balón en el segundo palo que despejó con el pecho Luca Zidane.
En la segunda mitad el Rayo comenzó sometiendo a un asedio al Real Madrid, que se encomendó a Courtois para repeler las embestidas de los locales. Primero el portero belga despejó un disparo lateral de Sergi Guardiola y después un cabezazo de Mario Suárez que envió a córner con una estirada.
En busca de nuevas ideas y refrescar el juego desde la medular, Ancelotti retiró a Casemiro y dio entrada a Fede Valverde. El uruguayo dio más consistencia al juego del Real Madrid, sobre todo cometiendo pocos errores y mejorando la circulación por ambas bandas para que aparecieran Vinicius y Asensio, que no fue tan protagonista en la segunda mitad como en la primera.
En el Rayo la entrada de Radamel Falcao también supuso un soplo de aire fresco. El colombiano no contabilizó ninguna ocasión pero sí fue la referencia atacante de su equipo en los minutos finales y su veteranía le permitió templar el juego en el momento crítico.
Cuando mejor estaba el Rayo, y tras salvar Courtois de nuevo al Real Madrid a disparos de Trejo y Álvaro, el equipo blanco se encomendó a las estrellas de su ataque para desatascar el marcador. Rodrygo se asoció con Benzema, que puso un balón a Vinicius a la espalda de la defensa y el brasileño se la devolvió al francés ante la salida de Luca Zidane para marcar a placer.
Hasta el final, el Real Madrid se dedicó a contener el juego para no tener sustos ante la desesperación del Rayo, al que el gol le sentó como un jarro de agua fría y todo el juego combinativo que realizó se convirtió en balones aéreos sin rumbo en busca de un remate que nunca llegó.
Lodi reafirma la reacción del Atlético
Dos goles de Renan Lodi, uno en cada parte y asistido en ambos por Geoffrey Kondogbia, reafirmaron la reacción del Atlético de Madrid, ganador por segunda jornada consecutiva en LaLiga Santander con su victoria de este sábado contra el Celta en el estadio Wanda Metropolitano para recuperar la cuarta posición de la tabla de forma provisional (2-0).
En el primero, en el minuto 36, el internacional brasileño soltó un sorprendente tiro desde dentro del área al que no alcanzó Dituro para anotar el 1-0; en el segundo, en el 60, remachó de primeras con el pie izquierdo otro centro de Kondogbia para doblegar definitivamente al Celta, que se aleja de la pelea por las plazas europeas.
Ahora resulta que el único lateral izquierdo de la plantilla tampoco lo era. Lodi había caído en desgracia, o eso parecía, después de que a la habitual reconversión de Carrasco para jugar algo más retrasado de lo que le gusta se añadiera la llegada de Reinildo en el reciente mercado invernal. Pero al fútbol, caprichoso como es, le encantan los héroes inesperados. Simeone no podía contar con el belga ante el United y decidió envidar con el 12 como interior. A esa (pen)última oportunidad Renan respondió con partidazo y asistencia a Joao, ganándose una continuidad que ayer derivó directamente en doblete. Uno por aquí, otro por allá. El nuevo ídolo del Metropolitano.
Porque El Cholo había tomado una decisión: repetir el once del miércoles. A partir de ahí, lo de siempre. Los adeptos: que no había motivo para cambiar tras el rendimiento ofrecido por los muchachos ante el United. Los críticos: que el despliegue físico hecho ese día exigía cambios teniendo en cuenta que se jugaba en sábado un partido que hubiera podido jugarse en domingo. Pero es que si el técnico hubiera efectivamente rotado estaríamos en las mismas, que muy bien por ofrecer descansos los que sí, que muy mal por no aprovechar la energía positiva los que no. Siempre se encuentra un argumento para defender la postura previamente elegida. Esperar a que ruede la pelota parece mucho pedir…
En el término medio estuvo la virtud, como suele suceder. Ni aquello fue un desastre ni se apretó como en la Champions. El Celta templó enseguida manejando la pelota con clase, pero no hizo daño arriba porque Reinildo sacó la más clara que tuvo, asistido Fran Beltrán por Denis Suárez. Conviene detenerse en esa jugada, porque dio paso a minutos desagradables: el Celta completó el ataque en cuestión con Aspas en el suelo después de que Giménez le mostrara los tacos en acción que bien pudo acabar con roja para el uruguayo pero que acabó con amarilla… para los dos. La del 10 olívico, por las protestas.
El del silbato entendió que había llegado su momento, a ver quién puede explicar además que no amonestara a Brais Méndez, otro que sacó los tacos a pasear, pero sí a Oblak, que abandonó su portería para reclamar, cierto, pero con un brazalete en el brazo que le acredita como capitán, esto es como el más adecuado para dirigirse al señor colegiado. El partido había tenido ritmo en el arranque y volvería a tenerlo después, pero durante ese tramo se jugó en el barro. Afortunadamente, no hubo víctimas en lo que a seguir jugando respecta.
Después apareció Lodi por la izquierda, superada la media hora. Acababa de mostrarse Llorente por el otro lado, por primera vez en toda la noche y sin que Correa acertara con el remate, pero fue un servicio largo de Kondogbia a la espalda de Hugo Mallo el que desatascó el litigio en clave rojiblanca: el brasileño reconvertido a extremo controló, encaró al lateral visitante y sacó un zurdazo que se antojaba imposible pero que entró junto al palo que hubiera debido guardar Dituro. A veces el fúbol se pone de dulce y ahora le ha tocado al bueno de Renan.
Reaccionó bien la escuadra viguesa, aprovechando que su rival permitía llegar a tres cuartos sin presentar pasaporte, pero en el resto de ese primer acto y en el arranque del decisivo apenas le dio para coleccionar saques de esquina que no encontraron rematador. No porque el Atlético los defendiera especialmente bien, pero el caso es que no lo encontraron. Y en éstas reapareció Kondogbia. Y en éstas reapareció Lodi. Cuando ya estaba preparado un triple cambio en el que iba incluido el segundo pero no el primero, que cayó por lo físico poco después en la peor noticia de la jornada para el campeón. El Celta seguía a lo suyo: algo de ruido, nada de nueces.
El Sevilla gana el derbi y sigue a la estela del líder
El Sevilla ganó por 2-1 el derbi contra el Betis y sigue a la estela del líder, a 6 puntos del Real Madrid, gracias a los tantos del croata Ivan Rakitic, de penalti a los 24 minutos, y del marroquí Munir El Haddadi, a 4 del descanso, aunque Sergio Canales acortó distancias en el tiempo añadido con un golazo de falta directa.
Tras una gran primera mitad de los sevillistas, con una intensa presión que rentabilizó con los tantos de Rakitic, al convertir un penalti del meta chileno Claudio Bravo sobre el marroquí Youssef En-Nesyri, y de Munir, el Sevilla conservó bien su renta ante el empuje en la segunda mitad del Betis, que, antes del 2-1, pudo marcar con un tiro de Tello salvado por Bono y un remate alto de Álex Moreno a centro de Bellerín.
Al Sevilla le va la marcha. Vivir al límite. Disfrutar sufriendo. Y también le va ganar derbis, claro. Todavía le escocía la eliminación copera y no hay mejor forma que quitarse una mancha, un recuerdo doloroso e incluso con un punto psicótico que superando al eterno rival en tu estadio, con tu gente tras dos sin acompañarte en este tipo de partidos y demostrando que para nada estás en la lona, que tu crisis de resultados y dos lesionados por partido no tiene relevancia a la hora de jugar, pelear y ganar un derbi. Una victoria que eleva al Sevilla y corta una maravillosa trayectoria del Betis en 2022, donde no había perdido. Los dos goles del equipo de Lopetegui llegaron en un primer tiempo donde lo dieron todo para defenderse con el alma en el segundo tiempo. El Betis tuvo sus opciones de meterse en el duelo, pero no fue su tarde. Los derbis en la capital de Andalucía vuelven a pintar de rojo.
El Sevilla salió como si le fuera la vida en ello. Enrabietado por todo lo que había sucedido en el enfrentamiento de la Copa del Rey; enfadado por sus últimos resultados, con sólo una victoria en las últimas cinco jornadas de Liga; y espoleado por una grada que llenó el Sánchez-Pizjuán para ayudar a su equipo en el partido más especial del año, ése que no había podido vivir en las dos últimas temporadas por culpa del covid. Una mezcla perfecta para ver durante el primer periodo la mejor versión de los sevillistas y la peor de un Betis que se vio acorralado por el empuje de los locales. Le intimidó el ambiente o no se esperaba que un Sevilla tan mermado en lo físico saliese con ese ímpetu. Y desde el inicio. Porque Jordán ya reclamó penalti en el segundo minuto. Después caería En-Nesyri, pero estaba en fuera de juego. El penalti ya caería del lado del equipo de Nervión.
El Athletic ‘paga’ una Copa al Barça
El Barcelona mantiene su buena de 2022 y ya acaricia la tercera plaza después de derrotar a un Athletic plagado de suplentes pensando más en la semifinal copera
l Barcelona se abona al cuatro y mantiene la línea ascendente que lleva en este 2022 y ya tiene a su alcance la tercera plaza liguera si gana el choque aplazado ante el Rayo. El partido ante el Athletic perdió cualquier tipo de análisis futbolístico en el momento en el que se supo la alineación de Marcelino. El asturiano sacó un equipo B, por no decir C, pensando en la semifinal copera de Mestalla del miércoles y el resultado estaba claro antes de que Cuadra Fernández hiciera el pitido inicial. Encerrarte en el Camp Nou es un suicidio y el mejor Barça de la temporada no tuvo piedad. Los vascos compitieron -eso es innegable- pero el resultado es el fiel reflejo de los once iniciales que sacaron ambos equipos. Xavi no reservó casi nada ya que sólo dio descanso a Frenkie de Jong y mantuvo en punta a su tridente goleador de los últimos partidos: Ferran, Aubameyang y Adama.
El gran éxito de Marcelino en el Athletic es la colocación del equipo sobre el campo con una presión alta, pero sin romper sus líneas. Es un juego más de posiciones que de nombres, da igual quién juegue porque sabe de sobra lo que tiene que hacer. De ahí que su trabajo defensivo no se resienta demasiado sea el tercer equipo menos goleado de LaLiga. El Barcelona tenía claro que para hacer daño a este entramado defensivo tenía que aprovechar las bandas donde tanto Ferran como Adama eran muy superiores a Lekue y Balenziaga. La primera gran ocasión del Barcelona la tuvo Gavi con un remate alto a pase de Ferran Torres. Los vascos resistían bien, pese a que pasaron del centro del campo en los primeros 20 minutos. Dos remates de Zarraga y Vesga dejaron claro al Barça que el Athletic no se iba a pasar encerrado los 90 minutos.
La segunda llegada clara del Barça partió de una arrancada de fuerza de Adama que logró desajustar a la defensa bilbaína tras irse de dos jugadores y dejó a Ferran Torres en posición de batir a Unai Simón, pero el meta vasco estuvo solvente. Al Athletic apenas le duraba el balón en sus pies y eso ante un rival como el Barça se paga tarde o temprano. Y la resistencia del Athletic duró 36 minutos. Córner que saca Alves, cabecea Piqué al larguero y el rechazo le llega a Aubameyang que se adelanta a Lekue para mantener su gran racha anotadora. La tercera fue la vencida para el Barça y así se llegó al descanso.
En la segunda mitad Marcelino sacó a Iñigo Martínez y Sancet para que su equipo fuera un poco más reconocible. Se quedaron fuera Raúl García y Yeray, éste cambio motivado quizás porque el central había recibido un codazo de Adama que no recibió sanción y por el que sufrió una brecha. En el inicio del segundo periodo el Barcelona bajó algo el ritmo y el Athletic estiró líneas pese a que seguía sin tener apenas el balón en sus pies. Pese a la superioridad azulgrana sobre el campo, el partido seguía abierto a la hora de juego. Ferran tuvo una gran opción para sentenciar tras un resbalón de Vivian pero su remate en una posición idónea lo despejó Unai Simón. Xavi movió ficha y sacó a Dembélé y Frenkie de Jong. El francés volvió a ser pitado en cada intervención.
Golazo del pitado Dembélé
Marcelino sacó a Nico Williams y Dani García para plantar batalla en los últimos 20 minutos con un Athletic todavía más reconocible. Pero no le dio tiempo a plantar cara porque Dembélé quiso reconciliarse con la afición marcando un auténtico golazo que sentenciaba el partido. Recibió en el área, buscó opción de tiro y soltó un latigazo con la zurda que se coló por la escuadra de la meta bilbaína. El 2-0 liberó de presión al Barça viendo que estaba todo resuelto y que Ter Stegen había sido un espectador más durante el partido hasta que en el minuto 85 detuvo un lanzamiento de Iñaki Williams, que había entrado al campo unos minutos antes. Reapareció Memphis Depay y salió también Luuk de Jong y ambos aprovecharon sus minutos para cerrar la goleada tras sendos pases de Dembélé. El Barça se asienta en puestos Champions y su línea es ascendente mientras que el Athletic tendrá un antes y un después según lo que pase el miércoles en Mestalla. Una final es una final.
El Barça sigue marcando de cuatro en cuatro
El Barcelona sigue en línea ascendente y se mantiene en puestos de Liga de Campeones al golear este domingo en el Camp Nou al Athletic Club (4-0), gracias a los tantos de Aubameyang, Dembélé, Luuk de Jong y Memphis, que jugó los últimos minutos tras reaparecer de su lesión.
El conjunto azulgrana encadenó su tercer partido anotando cuatro tantos, y esta vez lo hizo además sin encajar, algo que solo había logrado una vez en los últimos diez duelos. Mientras que el cuadro vizcaíno, con la mente puesta en la Copa del Rey, desperdició una buena oportunidad de acercarse a los puestos de la Liga Europa.
Marcelino introdujo siete novedades en el once que la pasada jornada goleó a la Real Sociedad en el derbi vasco, y dejó en el banquillo a jugadores importantes como los hermanos Williams, Íñigo Martínez o Muniain, pensando en el duelo del próximo miércoles en Mestalla, donde los vascos se juegan el pase a la final copera.
Demasiadas concesiones para este Barça, que de la mano de Xavi parece un equipo cada vez más reconocible, aplicado en la presión alta, cada vez más dinámico y preciso en el juego de posesión y con un tridente ofensivo que parece ya consolidado como el que forman Adama, Ferran Torres y Aubameyang.
El gabonés, que lleva cinco goles en los últimos tres partidos, se encargó de abrir la lata en el minuto 37, al rematar de volea un balón rechazado por el travesaño tras un cabezazo de Piqué en un saque de esquina.
El 1-0 compensaba los méritos del conjunto azulgrana en el asedio, aunque con pocas ocasiones, a la portería de Unai Simón, que solo tuvo que emplearse a fondo en un remate escorado de Ferran Torres.
Antes, Zarraga había sacado en la línea de gol otro cabezazo de Piqué y Gavi enviado al anfiteatro, desde el punto de penalti, una asistencia de Ferran tras recibir un preciso pase filtrado de Pedri.
El canario se ha erigido en el jefe de la sala de máquinas en los últimos partidos y esta noche volvió a dar un recital de como jugar entre líneas que levantó exclamaciones de asombro y los aplausos del Camp Nou.
El Athletic, por su parte, aguantó cada envite local bien ordenado atrás, pero con serias dificultades para salir a la contra. Aún así, Zarraga, con un disparo forzado que Ter Stegen atajó sin problemas, y Vesga, con otro tiro desviado tras un mal despeje de Piqué, tuvieron sus opciones por el lado visitante.
Marcelino movió el banquillo en el descanso dando entrada a Íñigo Martínez por Yeray y Sancet por Raúl García. Y al Barça, quizá por el esfuerzo hecho tres días antes en Nápoles, le costó encontrar el ritmo tras la reanudación.
Pese a todo, Ferran Torres tuvo una oportunidad clarísima para hacer el segundo pasada la hora de juego. El punta valenciano aprovechaba un resbalón de Vivian para encarar a Unai Simón, pero el meta del Athletic le ganaba el mano a mano evitando el gol.
La entrada de Dembélé y de Nico Williams volvía animar el choque, sobre todo la del extremo francés del Barça, pitado en el primer balón que tocó y ovacionado en el segundo, cuando se perfilaba por el perfil derecho para cambiarse el balón de pierna antes de enviar un misil con la zurda que sorprendió a Unai.
El Mosquito celebró su picadura yendo hacia el banquillo para festejarlo con todo el equipo, y después lo hizo con Xavi, que no se ha cansado de defender su profesionalidad pese a negarse a renovar con el club.
Dembélé redondeó su actuación regalando dos goles desde la izquierda en la recta final. El primero, a Luuk de Jong, tras la enésima diablura de Pedri, y el segundo, a un recién ingresado Memphis.
El Athletic, en cambio, sólo pudo marcar en la segunda mitad en un disparo a la media vuelta desde la frontal de Nico Williams que paró Ter Stegen.
RESULTADOS DE LA JORNADA
LA TABLA DE LA LIGA
Agencias