Tres goles del francés en Stamford Bridge dan la victoria al equipo, que se jugará el pase a semifinales el próximo martes en el Bernabéu
NotMid 06/04/2022
Deportes
El Real Madrid derrotó por primera vez en su historia al Chelsea, con un triunfo por 3-1 en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones en Stamford Bridge con un triplete del francés Karim Benzema, que deja al equipo de Carlo Ancelotti a puertas de las semifinales.
Benzema repitió el triplete que dio la clasificación ante el PSG en octavos de final. Con dos testarazos en tres minutos entre el 21 y el 24, puso todo de cara al Real Madrid. Sin embargo, un despiste de Dani Carvajal en la marca, permitió a Kai Havertz recortar diferencias a cinco minutos del descanso.
La primera mitad fue muy intensa y entretenida. Real Madrid y Chelsea jugaron a un ritmo altísimo y se vieron tres goles antes del descanso. El primero en intentarlo fue nuestro equipo a los diez minutos. Recuperó el balón Valverde, combinó con Benzema, que se lo devolvió de tacón, y se lo entregó a Vini Jr. El brasileño recibió escorado, recortó y su remate se estrelló en el larguero. Fue un aviso del vendaval que llegaría a continuación. En apenas cuatro minutos, los de Ancelotti marcaron dos goles. Ambos, de cabeza, llevaron la firma de un inspiradísimo Benzema. El primero llegó tras una gran combinación de primeras con Vini Jr., que asistió con la zurda. El segundo, después de un medido centro de Modrić.
La segunda mitad no pudo comenzar de mejor manera. Benzema, muy concentrado, buscó el error de Mendy en la entrega del balón a Rüdiger y lo aprovechó para hacerse con el esférico y marcar a portería vacía en el 46’. Segundo hat-trick consecutivo en la Champions League del delantero, que ya se acerca esta temporada a los 40 tantos (37). La respuesta del Chelsea llegó cuatro minutos más tarde con un potente derechazo de Azpilicueta desde la frontal, a la que respondió Courtois con una espectacular estirada. También pudo marcar el Chelsea en el 69’, pero el remate de cabeza de Lukaku, que estaba solo en el área pequeña, no encontró portería por poco. De ahí hasta el final, nuestro equipo supo mantener con oficio la renta obtenida y que tendrá que hacer efectiva en la vuelta en el Bernabéu.
El Villarreal mantiene el sueño de la semifinal
Un gol de Danjuma a los 8 minutos de juego pone al Villarreal por delante en la eliminatoria ante el Bayern de Munich, tras un partido en el que dispuso de más ocasiones que el equipo alemán y que acabó con una victoria más corta de la que mereció pero que mantiene el sueño de pasar a la semifinal que se deberá ganar en la vuelta en Alemania.
La primera mitad estuvo completamente controlada por el Villarreal, que atenazó a los hombres claves del rival, sin dar opciones ni a Lewandowski ni a Müller, y en la que no vivió situaciones de peligro, mientras que la que las pocas aproximaciones a puerta corrieron por cuenta de los hombres de Unai Emery
En la segunda parte, el Bayern salió decidido a mejorar y jugó más cerca de la meta de Rulli. Lo hizo, pero sin profundidad ante un Villarreal que encontró huecos a la contra, pero sin estar acertado en las claras ocasiones de gol de que dispuso para hacer un segundo tanto.
Fue un baño táctico de Emery a Nagelsmann, pero también una exhibición de unos jugadores que han demostrado que el himno de la Champions les genera litros de endorfinas y no hay escudo ni curriculum por los que dejarse impresionar.
Pretendió el Bayern enfriar el ambiente de La Cerámica con una presión desbocada en los primeros minutos. Así, provocó un error de Estupiñán, cerca de su área, que le valió una mirada fulminante de Coquelin, y poco más. Al contrario, a los jugadores del Villarreal no parecía que les quemara el balón, especialmente cuando lo controlaban Parejo o Lo Celso, que hicieron un partido colosal. Entre los dos -con la colaboración de Gerard– armaron un ataque limpio para convertir el 1-0 en el minuto ocho.
Era el primer balón que tocaba Danjuma, que disimulaba como si estuviera desubicado desde el pitido inicial cuando, en realidad, simplemente pasaba desapercibido para los centrales alemanes. Se aprovechó el holandés de una maniobra de aclarado de Gerard que prolongó la conducción de Lo Celso con una pared desde la línea de banda. El pase atrás del argentino lo convirtió Parejo en un disparo difícil para Neuer, que el delantero de los Países Bajos convirtió en imposible al aparecer por sorpresa y desviarlo con la puntera.
El gol fue directo al mentón del orgullo del equipo bávaro. Sorprendido por el descaro del submarino, el equipo de Nagelsmann se le iban encendiendo testigos luminosos en el salpicadero. No es que Muller o Lewandowski no vieran el balón ni de cerca, es que Coman y Gnabry no ganaban ni una carrera a Estupiñán o Foyth. No había ni rastro de la apisonadora que somete la Bundesliga y que ha enterrado a base de goleadas a sus rivales en Champions.
Agencias