Si el 19-J arroja un resultado como el que auguran las encuestas, a estancia distancia de la mayoría absoluta, Sánchez no podrá no darse por concernido ante una apelación tan directa.
NotMid 03/06/2022
EDITORIAL
La campaña para las elecciones autonómicas en Andalucía ha arrancado esta pasada media noche y todo apunta a que las urnas van a revalidar el cambio histórico que se produjo hace cuatro años cuando el centroderecha descabalgó de la Junta a un PSOE que llevaba gobernando en la comunidad más poblada de España 36 años ininterrumpidos. Si entonces los andaluces apostaron por el cambio, hastiados de que la región estuviera en la cola europea en casi todos los indicadores económicos como si de una maldición insoslayable se tratara, así como de tanta corrupción -todavía hoy el socialismo sigue sin haber hecho acto de contrición por el mayor caso en nuestra democracia, el de los ERE, mientras Pedro Sánchez se permite tachar de «mangantes» a los demás-, hoy lo que domina es un fuerte respaldo a la gestión que el Gobierno encabezado por el popular Moreno Bonilla ha impulsado. Pero a nadie se le escapa que estos comicios se insertan en un claro cambio de ciclo en la política nacional. Y el estancamiento del PSOE en el que tradicionalmente ha sido su gran feudo electoral, junto a la debacle de la izquierda más radical, tienen mucho que ver con un voto de censura al Ejecutivo sanchista y con el anhelo creciente de que se produzca la alternancia en Moncloa.
Todo ello explica los resultados de la encuesta del CIS hecha pública ayer para los comicios andaluces de este 19 de junio, que son muy similares a los de otros sondeos ya publicados como el barómetro de Sigma Dos. El PP será la fuerza más votada, con un 35,6% de las papeletas y entre 47 y 49 diputados, a escasa distancia de la mayoría absoluta y un número superior que la suma de escaños de todas las izquierdas juntas, lo que acerca a Moreno Bonilla a su objetivo de poder gobernar en solitario al modo en que lo hace en la actualidad Ayuso en la Comunidad de Madrid, con resultados parecidos. Vox inicia la campaña reiterando que si sus votos son determinantes exigirá la entrada en el Ejecutivo autonómico. Pero la política es el arte de lo posible y qué duda cabe de que un resultado tan espectacular permitiría a los populares negociar con bastante holgura.
La encuesta del CIS augura en todo caso que los de Abascal seguirán subiendo, y podrían llegar a los 21 parlamentarios. En el otro extremo, Por Andalucía, el conglomerado de fuerzas a la izquierda del PSOE en el espacio que se identifica con Yolanda Díaz, y Adelante Andalucía, la formación escindida de Podemos, verían mermado el respaldo de hace cuatro años. Es realmente significativo que, en un clima de tanta polarización, los andaluces apuestan de un modo muy mayoritario por la moderación.
Los ciudadanos de Andalucía valoran muy positivamente el impulso transformador que ha posibilitado un modelo liberal y sensato que representa una alternativa bien visible a las políticas de Moncloa. Y si el 19-J arroja un resultado como el que auguran las encuestas, Sánchez no podrá no darse por concernido ante una apelación tan directa.