Dos nombres han activado nuevas alertas en el PSOE: Pilar Sánchez Acera, quien le envió a Lobato la imagen con el correo privado del novio de Ayuso y la Fiscalía, y Cristina Álvarez, llamada a declarar por el juez Peinado
NotMid 28/11/2024
ESPAÑA
Dos nombres han activado nuevas alertas en el PSOE: Pilar Sánchez Acera y Cristina Álvarez. A las acusaciones de Aldama, a las investigaciones de la UCO sobre el hermano de Pedro Sánchez, a la imputación del fiscal general del Estado, a la dimisión de Juan Lobato o a las ramificaciones de la investigación a Begoña Gómez se les unen ahora dos escenarios judiciales que alarman, y mucho, a la dirección nacional socialista.
El primero es el de Pilar Sánchez Acera, que fue quien le envió a Lobato la imagen con el correo privado del novio de Ayuso y la Fiscalía, y lo hizo antes de que lo publicase la prensa. En ese momento, ella era jefa de Gabinete del director de Gabinete de Pedro Sánchez, Óscar López. O sea, estaba en el corazón mismo de la sala de máquinas del Gobierno. De confirmarse que la Fiscalía le filtró correos con datos de un contribuyente a La Moncloa, eso sería no sólo ilegal, sino, también, un escándalo político mayúsculo. Un cisne negro.
En privado, dirigentes de Ferraz reconocen que Sánchez Acera tiene muchas papeletas para que el juez del Tribunal Supremo que investiga el caso la impute tras escuchar este viernes a Lobato, que irá como testigo. Y lo ven “difícil” de sortear. “Estamos muy preocupados” en la dirección del PSOE, reconocen las fuentes. Y aseguran que si ella no detalla quién le hizo llegar la imagen, o recurre al clásico informante anónimo, “se notará que es bastante a la desesperada”.
“Y también estamos muy preocupados”, inciden las fuentes, por el recorrido que puede tener el caso de Cristina Álvarez, la asesora de La Moncloa que colaboró con Begoña Gómez en gestiones relacionadas con su cátedra en la Universidad Complutense de Madrid. Fuentes socialistas temen que cunda la idea de que Álvarez “le abría negocios con empresas a Begoña [Gómez]”.
El juez Juan Carlos Peinado ha acordado llamar a declarar como testigo a Álvarez, cuyo cargo oficial es el de directora de Programas de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno. La investigación abierta en el juzgado 41 de Madrid refleja que ha intervenido activamente en la gestión de la cátedra de Gómez.
Además, la comisión que investiga el caso Koldo en el Senado recabará hoy mismo el testimonio de la asesora de Moncloa, a la que el PP reprocha haber hecho gestiones para Gómez. Y el PP va a llamar también a su hermana, Esther Álvarez, también coordinadora del máster de la esposa del presidente del Gobierno.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, aseguró ayer que todos los cónyuges de los presidentes del Gobierno han contado con un ayudante que desempeña tareas “de organización y logísticas”. El PP le contestó así: “No, no es verdad que todos los presidentes hayan tenido una persona encargada de trabajar en los proyectos privados de su pareja. El único presidente que ha puesto a un trabajador público a trabajar para pedir dinero a empresas privadas para los proyectos empresariales de su esposa, y para ahorrarle una nómina a la sociedad de su cónyuge es Sánchez”.
“El relato se le cae a Begoña, porque dijo que ella era una profesional. Entonces, no puedes usar recursos de Moncloa. Es incompatible”, apunta un cargo socialista.
Agencias