Un equipo de investigadores daneses ha creado una inteligencia artificial que predice la muerte (o no) de una persona en los próximos cuatro años
NotMid 20/12/2023
OPINIÓN
DAVID LEMA
Usted va a morir. Entiendo que a estas alturas de la vida el posible desenlace pueda pillarle por sorpresa, pero tampoco mucha, no se haga el ingenuo como aquel chatarrero granadino que entró en un puticlub pistola en mano y trabuco en el pantalón, y exigió que se cerrara el local al grito de «esta noche manda mi polla». Puede haber dudas sobre cuáles eran sus intenciones cuando bloqueó la entrada, pero no sobre cómo saldría: escoltado por la Guardia Civil y condenado a cuatro años de cárcel. El plan nunca pudo acabar bien; como usted va a morir.
Usted va a morir y, si se despista, ahora ya le pone fecha también la inteligencia artificial, este equipo de investigadores daneses que ha creado life2vec, un charbot que, dicen, predice la muerte (o no) de una persona en los próximos cuatro años tras cruzar información de salud, de trabajo, de ingresos. El profesor Sune Lehmann ha explicado que le dieron al modelo datos comprendidos entre 2008 y 2016, pese a que tenían hasta 2020, para incluir ya la posibilidad de la muerte de personas. Les sale una precisión de un 78%, aunque, admite, por la joven edad de la muestra. Así que si se extrapolase el estudio la precisión bajaría hasta un 50%. Es decir: la novedad de este estudio es enterarse de que usted todavía está vivo, que no es poca cosa.
Este género de predecir la muerte lo trabajamos en los periódicos durante muchos años antes de la IA, como todo. Aquí, cada lunes rastreábamos posibles fiambres con los que llenar nuestra nevera de textos en base al cruce de datos: de salud, de trabajo, el nivel de ingresos. Oh. En la morgue del Times, que sigue prestigiando el género del obituario, cuando Alden Whitman era Mr. Bad News y todo se hacía a mano se llegaron a acumular 2.000 necrológicas anticipadas.
La verdad es que nuestra fiabilidad era mayor que la de los daneses y a final de año la carpeta se vaciaba, aunque admito que hay dos obituarios que llevo actualizando una década. No diré quiénes son por respeto a los muertos, y que Beiras y Lamar Odom me perdonen porque ya escribió Talese que el orgullo del autor de obituarios es tanto que no ve la hora de que esa persona caiga muerta para poder contemplar su obra maestra. También recordó que un periodista del New York Daily News, Lowell Limpues, llegó a publicar su propia necrológica, firmada por él, porque nadie iba a saber más del tema. Un sabio.
Usted va a morir. Y no lo oculte, coño, que ya lo decía La Fontaine: la muerte nunca pilla desprevenido al sabio.