Washington esperó hasta el último minuto para mostrar su disposición a “celebrar” el acuerdo
NotMid 19/10/2023
IberoAmérica
“¡Qué viva el pueblo! ¡Victoria!”, gritó Nicolás Maduro en su primera intervención televisiva tras la firma de los “acuerdos parciales” de Barbados entre la revolución bolivariana y la Plataforma Unitaria opositora, bajo el auspicio de Noruega y, lo que es más importante, la presencia en la sombra de Estados Unidos. Acogido por algunos como una luz al final del túnel y como una trampa para otros, el primer beneficiado es, sin duda, el líder chavista, gracias a la legitimación que le otorga un acuerdo que no hace peligrar su poder y que es acogido con “satisfacción” por la comunidad internacional. Estas son las principales claves de lo que supone para Venezuela la firma en la isla caribeña tras meses de negociaciones secretas entre Caracas y Washington.
María Corina Machado, ¿candidata?: “El acuerdo no arroja certezas a los venezolanos, al no precisar las acciones y plazos específicos que despejen la ruta hacia el 2024”, destacó ayer Machado en un comunicado. El chavismo se ha comprometido a respetar la realización de las primarias el próximo domingo, pero mantiene la inhabilitación ilegal e inconstitucional de la líder conservadora, ganadora virtual del proceso opositor según todos los sondeos. “Si usted fue sentenciado por un crimen, no puede ser candidato. Si usted recibió una inhabilitación administrativa por la Contraloría, tampoco puede ser candidato”, explicó Jorge Rodríguez, jefe de la delegación chavista, sin indicar que los 15 años impuestos a Machado son una maniobra política en su contra sin ningún basamento legal. Machado fue inhabilitada en junio al comprobar la revolución la oleada de apoyos que recibía en sus actos políticos por el país, confirmada por las encuestas: hoy derrotaría a Maduro por más de 40 puntos. Pese a lo detallado en el acuerdo, Gerardo Blyde, jefe de la delegación opositora, insistió ayer en que se ha abierto una “ruta para levantar inhabilitaciones. Eso no lo teníamos”. Esta situación supone una bomba de relojería para la unidad opositora, cuyo tic-tac comenzará el domingo por la noche cuando se conozca el triunfo de la líder de Vente Venezuela. Machado ya ha anunciado que irá hasta el final con sus pretensiones electorales, mientras los sectores más cercanos al gobierno jugarán la carta de un candidato elegido a dedo con el beneplácito del Palacio de Miraflores. Y así lo dejó manifiesto en su comunicado de ayer: “El domingo sellaremos el acuerdo definitivo, el que decida la gente”.
Flexibilización de las sanciones: Washington esperó hasta el último minuto para mostrar su disposición a “celebrar” el acuerdo. Y lo hizo con el anuncio de una nueva licencia para que Shell opere en el campo venezolano de Dragón y así exportar el gas a Trinidad y Tobago. “Marca un hito porque hace tres décadas que está planteado exportar gas natural licuado desde esos yacimientos”, confirmó el experto petrolero Francisco Monaldi. Este gas es objeto de deseo de Europa, que esperar sustituir parte de su dependencia con Rusia con este gas exportado desde Trinidad y Tobago, cuyo gobierno también confirmó ayer la noticia. Los otros “acuerdos”, que ya se han puesto en marcha, son migratorios, y comprenden la repatriación de emigrantes irregulares a Venezuela desde territorio estadounidense. Para ayer estaba prevista la llegada del primer vuelo con deportados.
Presos políticos: De cómo lleguen las primeras licencias petroleras depende una de las maniobras más esperadas, que no aparece en los acuerdos pero sí en lo negociado con EEUU: la excarcelación del primer grupo de presos políticos. Una de las liberaciones más esperadas, que se creía inminente en Barbados, es la del periodista y activista de Voluntad Popular Roland Carreño, preso en las mazmorras de Maduro desde hace tres años. También se espera parecida suerte para Javier Tarazona, activista de derechos humanos encarcelado desde 2021, y para los cuatro estadounidenses que han caído en las garras de la revolución. España también cuenta con cuatro presos políticos de doble nacionalidad entre los 273 confirmados por el Foro Penal.
Garantías electorales mínimas: Los avances son escasos y siempre sujetos a la arbitrariedad del régimen. La fecha electoral (segundo semestre de 2024) ya está prevista en la Constitución, así como la observación internacional, que evita a la Organización de Estados Americanos (OEA) y que apuesta por la UE, la ONU y el Centro Carter. La actualización del registro electoral dentro y fuera del país se realizará, como siempre, al ritmo e interés revolucionario, y con el Consejo Electoral Nacional (CNE) más madurista de la historia como árbitro. El ente electoral también debe garantizar el acceso equilibrado a medios de comunicación, una utopía en la Venezuela de hoy, y el reconocimiento de los mecanismos de financiamiento. “El régimen se compromete a cumplir con aquello a lo que ya está obligado. La única ventaja es que al firmar confiesa la ausencia de democracia. Pero eso ya lo sabemos”, resume el antiguo fiscal, hoy exiliado, Zair Mundaray.
Agencias