El líder ucraniano supera el momento decisivo del proceso de paz, manteniéndose firme y contestando sin arrugarse
NotMid 28/02/2025
OPINIÓN
ALBERTO ROJAS
El momento decisivo de la guerra de Ucrania llegó al tercer día de la invasión. Fue gracias a aquel vídeoselfie en la noche de Kiev en el que Zelenski, con los rusos a nueve kilómetros de distancia, le dijo al resto del mundo, ya vestido de verde militar junto a su gabinete: “¡El presidente está aquí!”. Dos meses después las tropas de la Z se retiraron vencidas, asumiendo que Zelenski no era el tipo débil que habían imaginado.
Hoy posiblemente ha superado el momento decisivo del proceso de paz, manteniéndose firme y contestando sin arrugarse a la narrativa manipuladora que Vladimir Putin ha insertado en los cerebros de la Administración Trump.
No se achantó Zelenski cuando aún era un cómico en apuros sitiado por los paracaidistas en Hostomel y no lo hará ahora, sitiado por una diplomacia estadounidense que trata de reescribir la historia con la pluma de Putin. Trump pensaba que se encontraría a un pelele manipulable por su “arte de la negociación”, como Putin antes que él, y de momento le ha desmontado el argumento (tercer fact check en una semana tras Macron y Starmer) y la estrategia. La paz en Ucrania llegará con Zelenski o no llegará.
Trump quiso denigrarlo asegurando que el presidente ucraniano tenía sólo un 4% de aprobación. Es una más de las mentiras del magnate (la semana pasada rondaba el 57%, más que el propio Trump), y su problema es que no ha parado de subir. El Volodimir Zelenski que regrese en avión a Europa tras este choque llega aún más reforzado ante su pueblo, al que no vende por mucho que Trump quiera ofrecerlo a precio de saldo a los deseos del Kremlin.
Trump sobrevivió a un atentado contra su vida y eso se lo toma como un mensaje de Dios, que lo iluminó en el último instante para que cumpliera la misión de hacer América otra vez grande. Pero Zelenski también sobrevivió a varios intentos de asesinato precisamente del régimen al que hoy Trump desea apaciguar. El choque entre ambos sólo acaba de empezar.