¿Por qué vamos a trabajar menos y cobrar más, pero la ley nonata no aclara si el doble o el triple? ¡Mejor no trabajar nada y pillar un sueldo de los de la familia Sánchez!
NotMid 07/02/2025
OPINIÓN
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Hay dos cosas que no han funcionado nunca en ninguna época y en ningún régimen: el control de precios y el control de salarios. Pero hay algo también que provoca que los políticos de todos los gobiernos caigan en la misma tentación ruinosa y totalitaria. Y ese algo «y aun algos», diría Sancho, es el sueño del triunfo de la voluntad sobre la realidad. En vez de tratar de entender las leyes de la naturaleza y del funcionamiento del ser humano, desde la ley de la gravedad a la de la oferta y la demanda, para usarlas en favor de la mayoría, se impone a esa mayoría un abracadabra, una magia que hace desaparecer la cruel realidad. Pero la realidad no cambia, se oculta y se pudre y nos arruina, aunque no se inventa a capricho ni regula a voluntad. El pecado original del político no es morder la manzana, sino apropiarse el bien y el mal. O sea, cortar el árbol.
Excluyo de esta categoría a aquellos dirigentes cuya capacidad intelectual es tan escasa que para poner precio a todo y dominar la naturaleza basta con cambiar el nombre de las cosas, que es también cambiar su valor histórico y su significado moral, la enseñanza que, en la milenaria lucha por la vida, ha ido acumulando la humanidad. Y un ejemplo acabado, pero, ay, no concluido, es Yolanda Díaz.
La ley que ha anunciado por tercera vez, y que morirá de nuevo en las Cortes, si el PP no gansea con la UGT de Pepe Fulares ni Vox con el nacional-sindicalismo, la resumió así la intrépida Trapiños: podemos trabajar menos «y cobrar lo mismo o más», reducir el absentismo y, de paso, aumentar la productividad, cáncer de nuestra economía. Pudo añadir que dormiremos mejor, no se nos caerá el pelo y viviremos 100 años, o más. Como ella no ha trabajado en su vida, desconoce que el sueldo es sólo una parte del gasto de una empresa, y que depende de sus ingresos. Más gastos, incluidos los impuestos, producen menos sueldos o más bajos. Menos gastos, más sueldos o más altos. De una comunista no cabe esperar racionalidad económica, pero al dislate legal le falta generosidad. ¿Por qué vamos a trabajar menos y cobrar más, pero la ley nonata no aclara si el doble o el triple? ¡Mejor no trabajar nada y pillar un sueldo de los de la familia Sánchez!
Cuando, ataviada con un terno marfil y frondosa bisutería dorada, repetía que era un día histórico, pensamos en el de la marmota. ¡Cráneo previlegiado!