La incapacidad de Redeia para garantizar el suministro impide entregar viviendas nuevas y amenaza inversiones industriales
NotMid 23/12/2024
EDITORIAL
La congestión sin precedentes que registra el sistema eléctrico constituye una grave amenaza para la actividad económica en España. El desajuste entre oferta y demanda ha terminado por estallar este año, provocando consecuencias gravosas en sectores estratégicos como la vivienda o la industria. El aluvión de peticiones de conexión, principalmente, de centros de datos, amenaza con prolongar una saturación que exige incrementar las partidas del operador público Redeia para el mantenimiento y la extensión de las líneas de alta tensión.
El colapso de la red eléctrica, tal como informamos hoy, está impidiendo la entrega de viviendas, añadiendo así un obstáculo a la hora de aliviar la falta de oferta de obra nueva. Las dificultades de las promotoras y constructoras para tener instalado a tiempo el suministro de electricidad que abastece a las promociones residenciales han empezado a bloquear la finalización de los proyectos y provocan retrasos de meses en la entrega de llaves a sus compradores, dado que este trámite no puede efectuarse si la vivienda no está totalmente conectada a la red.
El sector promotor asegura que este es uno de los principales obstáculos con los que se topa, junto a la falta de suelo disponible o la escasez de mano de obra cualificada. Los retrasos en el despliegue de las acometidas eléctricas interpelan a Redeia, titular del transporte de la alta tensión; y a las compañías eléctricas, que gestionan las redes de distribución, de media y baja tensión, que llevan la electricidad hasta las empresas y los hogares.
El cuello de botella que atenaza a la malla eléctrica también pone en riesgo inversiones industriales. Así se ha puesto de manifiesto en el caso de Laboratorios Normon, el fabricante español de genéricos que suministra el 20% de los medicamentos administrados al conjunto de los hospitales del país. Tal como ha revelado este periódico, el proyecto de esta compañía para destinar 400 millones de euros con el fin de ampliar su producción en Tres Cantos (Madrid) ha quedado en vía muerta, precisamente, por el colapso de la red eléctrica.
A la hora de explicar esta situación inédita en la red eléctrica -históricamente, los productores se peleaban por conectar sus plantas de generación de energía- hay que considerar el impacto de la transición energética, que amenaza con estallar todas las costuras de una infraestructura clave que acusa la falta de inversiones. Durante la última década, Redeia -que preside la socialista Beatriz Corredor- ha destinado a desarrollar líneas de alta tensión, en virtud de la planificación que han aprobado los distintos Gobiernos, 3.200 millones de euros menos de lo previsto por ley.
Continuar la senda del crecimiento económico y mejorar tanto la productividad como la competitividad exigen que la demanda eléctrica esté plenamente garantizada.