Ha sido detenido un médico saudí de 50 años, en Alemania desde 2006, como presunto autor del atentado
NotMid 21/12/2024
EUROPA
Un presunto acto de terrorismo ha vuelto a teñir de negro la Navidad en Alemania. Pese a las medidas de seguridad puestas en marcha en todo el país del tras el atentado en un mercadillo navideño en Berlín cometido hace diez años por un tunecino perteneciente a la yihad islámica, un automóvil, esta vez conducido por un médico saudí no fichado por la policía, logró superar anoche en Magdeburg, la barrera de seguridad del mercadillo y embestir a los visitantes causando al menos cinco muertes, entre ellos un niño, y cerca de 200 heridos. Cerca de 40 de estos heridos están en estado muy grave.
El saudí, de 50 años que se trasladó a Alemania en 2006, ha sido detenido. Es posible que la edad sea un indicio de que el autor del presunto atentado de Magdeburgo tiene problemas mentales. Identificado como Taleb Al A asegura odiar el islam y acusa a la ex canciller Angela Merkel de haber promovido la “islamización de Europa”
Los círculos de seguridad afirman que “el nivel de amenaza es más alto de lo que ha sido en mucho tiempo”. El principal problema para los islamistas violentos es Israel. La guerra de Gaza es vista por los islamistas de todos los colores como un ataque a la “Umma”, la comunidad mundial de creyentes.
El portavoz del Gobierno regional, Matthias Schuppe, ha sido el primero en calificar de “atentado” lo ocurrido sobre las 19 horas. “Ha sido un atentado perfectamente planificado”, afirma el experto en terrorismo Rolf Tophoven. Según un portavoz de la policía, “el coche en el que el autor condujo al menos 400 metros a través del mercado navideño” contra la multitud sigue en el lugar. Se trata de un BMW. El Hospital Universitario de Magdeburgo dijo inicialmente que estaba atendiendo a entre 10 y 20 pacientes, pero que se estaba preparando para recibir a más. En esos primeros momentos, la cifra de fallecidos era dos y la de los heridos oscilaba entre 60 y 80.
La policía encontró un artefacto explosivo en el vehículo, aunque no precisó su naturaleza, y registró la zona acordonada del mercado navideño por si hubiera otros explosivos escondidos. El conductor del coche fue detenido, informó Dpa, que citó a funcionarios no identicados del Gobierno del estado de Sajonia-Anhalt. El sospechoso, nacido en Arabia Saudí en 1974, no era conocido por las autoridades como un extremista islámico.
La ministra del Interior de Sajonia-Anhalt, Tamara Zieschang, declaró a la prensa que el sospechoso llegó a Alemania por primera vez en 2006. El portavoz municipal, Michael Reif, dijo que había “numerosos heridos”, pero no dio una cifra precisa. “Las imágenes son terribles”, valoró. “Mi información es que un coche embistió a los visitantes del mercado navideño, pero aún no puedo decir desde qué dirección y a qué distancia”.
El canciller Olaf Scholz reaccionó en un post de X: “Los informes de Magdeburgo sugieren algo malo. Mis pensamientos están con las víctimas y sus familias”, escribió Scholz. El líder de la oposición conservadora, Friedrich Merz, calificó las informaciones que llegaban desde Magdeburgo de “muy angustiosas”. “Quiero dar las gracias a todos los servicios de emergencia que están atendiendo a los heridos in situ”, agregó.
Por su parte, el primer ministro de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff (CDU), declaró que es “un acontecimiento terrible, especialmente ahora, en los días previos a Navidad”. Haseloff puso rumbo ayer a Magdeburgo, sin aportar más información sobre las víctimas ni detalles del suceso.
Un vídeo publicado en la web del diario Bild mostraba a varias personas tratando de ayudar a lo que parecían ser múltiples víctimas heridas en un mercado abarrotado. “Calculo que hay al menos 20 ambulancias aquí, muchos bomberos, y puedo ver el helicóptero de la policía dando vueltas en el cielo”, dijo un reportero de la televisión regional MDR durante una emisión en directo, añadiendo que había muchos policías armados en el lugar.
Testigos dijeron que el coche se dirigió directamente hacia la multitud en el mercado, en dirección al ayuntamiento. Los sonidos de las sirenas de los equipos de emergencias chocaban con la decoración navideña del mercado, que incluía estrellas y guirnaldas en los puestos de los vendedores. Se podían ver escombros en el suelo en las imágenes de una parte acordonada del mercado.
Magdeburgo, que está al oeste de Berlín, es la capital del estado de Sajonia-Anhalt y tiene unos 240.000 habitantes.
El atropello recuerda inevitablemente al ocurrido en Berlín hace justo 10 años, el 19 de diciembre de 2016, cuando un extremista islámico atropelló a una multitud de asistentes al mercado navideño con un camión, dejando 13 muertos y decenas de heridos. El agresor no llegó a ser detenido y murió días después en un tiroteo ocurrido en Italia.
“Los occidentales”
La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, dijo a finales del mes pasado que no había indicios concretos de ningún peligro para los mercados navideños este año, pero que era prudente estar alerta.
Recientemente, las autoridades de seguridad habían advertido repetidamente de ataques. “A la vista de la situación de amenaza abstractamente elevada, seguimos teniendo motivos para estar muy atentos y actuar de forma consecuente para garantizar nuestra seguridad”, dijo entonces Faeser.
Tras los ataques con cuchillo en Mannheim y Solingen, este año la atención se centró sobre todo en los temidos ataques islamistas. La Oficina Federal para la Protección de la Constitución había subrayado que “los occidentales», estaban en el punto de mira de los fundamentalistas.
“El espantoso acto de Magdeburgo a pocos días de Navidad nos golpea en el corazón”, ha declarado el canciller Olaf Scholz, que se ha desplazado a la ciudad junto con la Faeser. El ministro presidente de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, habló de “catástrofe para la ciudad de Magdeburgo, para el estado y para Alemania en general”.
Mientras, la expresiones de solidaridad se suceden. “Estados Unidos está conmocionado y entristecido por las trágicas noticias de Magdeburgo”, dijo el viernes el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller.
Agencias