“Depende de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania”, dijo el presidente de Ucrania durante una rueda de prensa un día después del ataque ruso que dejó 51 muertos en territorio ucraniano
NotMid 04/09/2024
MUNDO
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, señaló este miércoles que solo Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia pueden levantar las restricciones al uso de armas de largo alcance que les han impuesto para responder a los ataques rusos. “Depende de ellos, no del resto de países amigos”, dijo.
“Con todo respeto a cada país (…) necesitamos permiso para usar armas de largo alcance de quienes nos las dan. Depende de ellos, no del resto de amigos. Depende de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania”, reiteró en una rueda de prensa con el primer ministro irlandés, Simon Harris, de visita oficial en Kiev.
“Todos los días perdemos gente. Y nuestra fuerza para resolver estos problemas depende de estos cuatro Estados”, explicó Zelensky, quien recordó los recientes ataques de las fuerzas rusas sobre Kiev y Poltava, así como los de este miércoles en Leópolis y Krivói Rog.
Disparo de un misil Patriot durante el ejercicio PATRIOT SPARK 23 en el campo de entrenamiento del Mar Negro en Capu Midia, Constanta, Rumanía (Reuters
Zelensky remarcó esta cuestión al mismo tiempo que ha apuntado que mientras Ucrania tiene que lidiar con este problema, Rusia continúa fabricando armamento a pesar de las sanciones internacionales, gracias a la acción de otros países. “El Estado ruso crea diversos esquemas para eludir las sanciones”, lamentó.
“Todo esto sólo podrá detenerse mediante un trabajo conjunto fuerte y oportuno de todos los países que valoran un orden mundial normal, basado en reglas y quieren la paz”, dijo Zelensky tras la firma del acuerdo de cooperación con Irlanda.
Dicho acuerdo contempla el compromiso de Irlanda para con Ucrania durante los siguientes diez años y prevé la entrega antes de que acabe 2024 de hasta 170 millones de euros para iniciativas de seguridad, humanitarias e infraestructuras.
Desde el inicio de la invasión rusa, Irlanda destinó ya 380 millones de euros en diferentes paquetes y ha acogido hasta el momento a 109.000 ucranianos. “Esto es aproximadamente el 2% de nuestra población”, destacó el primer ministro Harris.
Cambios en el gobierno
Dmitro Kuleba (EFE/EPA/DUMITRU DORU)
Zelensky también respondió a las preguntas sobre la inminente crisis de gobierno que prepara y que por el momento ha dejado ya cuatro salidas confirmadas y una quinta a la espera del visto bueno del Parlamento, la del aún ministro de Asuntos Exteriores, Dimitro Kuleba, uno de los rostros más conocidos del conflicto.
“Estoy muy agradecido a los ministros y a todo el gabinete que ha trabajado para Ucrania durante cuatro, incluso cinco años, pero hoy necesitamos energía nueva”, dijo Zelensky, quien ya en la previa justificó los cambios debido a los grandes retos de los próximos años, como la adhesión en la OTAN y en la UE.
“Esta decisión está relacionada con el fortalecimiento de nuestro Estado en varias direcciones, y la política y la diplomacia internacionales no son una excepción”, remarcó el presidente ucraniano.
La renuncia se dio a conocer un día después de que el portavoz del partido Servidor del Pueblo anunciara una remodelación del Ejecutivo, que afectaría a más del 50% de los miembros del Consejo de Ministros.
Kuleba, de 43 años, era ministro de Exteriores desde 2020, y dirigió la diplomacia ucraniana durante toda la guerra.
Su renuncia viene después de que los ministros de Justicia, Industrias Estratégicas y Medio Ambiente presentaran su dimisión al Parlamento junto con el jefe del Fondo de Propiedad del Estado.
Su renuncia viene después de que los ministros de Justicia, Industrias Estratégicas y Medio Ambiente presentaran su dimisión al Parlamento junto con el jefe del Fondo de Propiedad del Estado.
“Trabajo, ningún puesto es permanente, y estoy totalmente tranquilo con todo”, comentó en ese momento. También añadió que dejaría el cargo bajo dos circunstancias: si el presidente se lo pidiera o si entrara en una contradicción fundamental con la política exterior que considerara inaceptable.