La Justicia permite ‘in extremis’ que concurra en los comicios de mañana su alfil, José Raúl Mulino
NotMid 03/05/2024
IberoAmérica
El suspense electoral se mantuvo en Panamá hasta ayer, cuando la Corte Suprema de Justicia anunció que no intervendrá contra el candidato favorito para las elecciones presidenciales de mañana domingo. La decisión judicial, demasiado tardía, ha mantenido en ascuas al país centroamericano que, según las encuestas previas, parece tener muy clara su apuesta en las urnas.
“En el momento histórico en el que nos encontramos, hay que defender nuestra patria y la democracia. Y lo que hemos considerado más importante, la voluntad soberana del pueblo panameño”, anunció al país María Eugenia López, presidenta de la Corte. Sobre los jueces recaía la responsabilidad de avalar o no la candidatura de José Raúl Mulino, antiguo compañero del ticket electoral encabezado por el ex presidente Ricardo Martinelli que se lanzó a la carrera presidencial en marzo como reemplazo de su jefe de filas.
Martinelli, tan populista (de derechas) como popular, encabezaba entonces todas las encuestas, pero sus pleitos judiciales por corrupción, que le llevaron a la cárcel en Estados Unidos y en su propio país, forzaron su refugio en la Embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá. El ex presidente panameño, con una condena a cuestas de 11 años de prisión por blanqueo de dinero, y Daniel Ortega, dictador sandinista que se define de izquierdas, son viejos aliados.
La Corte Suprema decidió por ocho votos a favor y uno en contra que no es inconstitucional el fallo previo del Tribunal Electoral que permitió a Mulino sustituir a Martinelli. Una de las grandes ironías es que uno y otro embistieron sin pudor en reiteradas ocasiones contra la Corte Suprema.
La decisión ha mantenido en solfa al país, porque el ex canciller dobla en apoyos a los otros candidatos que le persiguen en las encuestas. Según el último sondeo de Mercadeo Planificado para el diario La Prensa, Mulino cosecha el 37,6% en un ascenso paulatino desde que se diera a conocer el traspaso de Martinelli en su favor.
“Mulino es y sigue siendo candidato, al igual que los otros. Eso es lo positivo para el país y eso debe traer tranquilidad en razón de evitar la zozobra de que se repitan situaciones que todos vamos a lamentar”, reaccionó Luis Eduardo Camacho, portavoz del ex presidente Martinelli. El candidato aprovechó la decisión para reunirse con la delegación enviada por la Organización de Estados Americanos (OEA) para observar las elecciones.
Detrás del abanderado de Realizando Metas y de la Alianza para Salvar a Panamá pugnan varios candidatos con números muy parecidos. A la cabeza del pelotón se destaca otro ex presidente, Martín Torrijos, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), con un 16,4% y que además cuenta con el apoyo del Grupo de Puebla, el foro de dirigentes izquierdistas, populistas y revolucionarios que capitanea, entre otros, el ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
“No sé si es en derecho o es el sello de otros acuerdos que se están dando a nivel de protección e impunidad”, protestó el candidato del PRD, hijo del popular general Omar Torrijos, fallecido en un accidente de avión cuando estaba al frente del país.
Con el 14,9% de estimación de voto aparece el nacionalista Rómulo Roux, al frente de la Alianza Cambio Democrático-Panameñista, y con el 12,7% Ricardo Lombana, de origen asturiano y candidato anticorrupción del Movimiento Otro Camino.
Más abajo se sitúa el candidato gubernamental José Gabriel Carrizo, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), que tiene en su contra la muy baja popularidad del actual mandatario, Laurentino Cortizo, golpeado por las protestas contra el contrato con una empresa canadiense para explotar la mayor mina de cobre de Centroamérica.
En las campañas que luchan por acercarse a Mulino no se desecha la posibilidad de una sorpresa de última hora, pese a la ventaja que lleva el candidato de Martinelli. “Las encuestas representan el humor social, el voto real es otra cosa. La prueba es que en este país las encuestas publicadas jamás han acertado“, desveló el estratega electoral de uno de los candidatos.
A la postre, la campaña panameña no sólo pasará a la historia por la zozobra que ha vivido desde el primer momento. También la influencia que ha ejercido Martinelli desde su refugio en la legación diplomática nicaragüense formará parte del manual de las excentricidades populistas de la Américas.
Pese a los debates, los mítines, las declaraciones y el rifirrafe habitual de cada campaña, fue el ex presidente quien marcó la agenda política desde la embajada de Daniel Ortega, pese a que el estatuto de refugiado se lo impedía.
Agencias