“Junts tumbó la ley de amnistía porque no era lo suficientemente integral, es decir, lo suficientemente humillante para la democracia española”
NotMid 31/01/2024
OPINIÓN
JORGE BUSTOS
Cumplió Junts su amenaza y tumbó la ley de amnistía porque no era lo suficientemente integral, es decir, lo suficientemente humillante para la democracia española. Ahora el partido de Pedro tendrá que sentarse otra vez en la Comisión de Justicia, con el dilatador puesto, para que pasen por el esfínter del articulado la alta traición, el terrorismo malo, las evasiones de los Pujol y una remesa de pinganillos con traducción simultánea al ruso. Si Irene Lozano hubiera trabajado para Dostoievski, en lugar de Crimen y castigo habría titulado Poder y amnistía.
¿Merece la pena gobernar así? ¿Qué recorrido europeo le espera a una ley de amnistía que para ser aceptada por Junts deberá desprender un intenso olor a vodka cortado con Novichok? ¿Cuánta sangre puede mear un presidente, en palabras de su socio de investidura, antes del fallo multiorgánico que nos lleve a elecciones o a autocracia?
Lo de la tarde de este martes no fue una sesión parlamentaria sino una merienda caníbal con carne de juez como plato estrella. Las variopintas tribus destituyentes que componen la mayoría progresista parecían recién aterrizadas en la nieve de los Andes. Qué espectáculo de masticación institucional, oigan: diputados mordiendo magistrados. A García-Castellón le chuparon la carótida como si fuera un espárrago. Los llamaron prevaricadores, franquistas, corruptos, represores. Oriol Junqueras, luciendo la tonsura del indulto, asentía abacialmente desde la tribuna de invitados. Pero cuando don Bolaños, de quien se afirma que es ministro de Justicia del Reino de España, se levantó y se fue, nadie pensó en un arrebato de dignidad: dimos por hecho que salía con Santos Cerdán a intentar otra negociación agónica para salvar el texto en algún despacho sin cámaras pero con conexión a Waterloo.