La crítica más común no es que el PP no tenga propuestas, sino que no las “aterriza” ni las desmiga lo suficiente
NotMid 08/09/2023
OPINIÓN
JUANMA LAMET
El PP respira aliviado desde que Alberto Núñez Feijóo renunció, el martes, a reunirse con Junts per Catalunya dentro de su ronda de contactos para la investidura. No es que hubiera una contestación interna a los planes del líder del partido, pero sí había cierta incomodidad ante las críticas que percibían en las bases populares, donde los barones consultados aseguran que no se entendía bien esa puerta abierta al partido de Carles Puigdemont.
Además, creen que el líder del partido debería explicar «con detalle» cuál es su «plan para Cataluña». No sólo «los guiños» que hace, desde su condición de político con pedigrí periférico, sino alguna medida, alguna propuesta concreta. Por ejemplo, cuando habla de un mejor «encaje del problema territorial de Cataluña», que diga «cómo», con qué medidas concretas, más allá de la propuesta -tampoco detallada- de convertir el Senado en una verdadera cámara territorial.
«Estamos fuera de juego en Cataluña», sintetiza un veterano dirigente territorial. «La falta de proyecto atractivo para Cataluña es un problema del PP desde hace muchos años», añade. «La expresión ‘encaje’ ya la ha explicado y no tiene mayor trascendencia, pero algo hay que hacer», abunda, en relación a la falta de medidas concretas. En ese sentido, las fuentes territoriales del PP consultadas citan la falta de una propuesta concreta para revitalizar la economía catalana o para garantizar que se multe a los colegios que incumplan el 25% de clases en castellano. La crítica más común no es que el PP no tenga propuestas, sino que no las «aterriza» ni las desmiga lo suficiente.
«A Feijóo le falta explicarse mejor» sobre sus planes para el problema territorial de Cataluña, opina un barón. El PP ya propuso un Libro Blanco para Cataluña en 2019, para potenciar al constitucionalismo, pero quedó en nada. Ni siquiera se redactó en qué se traduciría ni qué medidas específicas contemplaría. Tampoco Feijóo ha dicho en qué concreción se traduce el «catalanismo constitucional».
Y hay runrún en el PP. «La gente por la calle nos afea intentar reunirnos con Junts», observa un dirigente del PP de Castilla y León, porque «no saben para qué nos queríamos reunir». Esto le costó a Feijóo la crítica pública de Alejandro Fernández, presidente del PP de Cataluña, que tuiteó: «Junts sí es mi rival [en mayúsculas], un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey fascista, con el que se niegan a hablar. Que alguien me diga de qué hay que “hablar” con ellos».
“BIEN ESTÁ LO QUE BIEN ACABA”
«En todo caso, bien está lo que bien acaba», tercia un cargo de la Comunidad de Madrid. Un miembro de la dirección de los populares madrileños añade que «Feijóo no puede ser incoherente con su propia trayectoria, porque ha sido presidente con una sensibilidad autonómica que a los de Madrid se nos escapa». «Pero ya no habrá reunión con Junts y lo apoyamos completamente, no le damos mayor importancia», incide.
El último ruido interno en el PP lo ha propiciado una frase de Feijóo (que en realidad era más larga). Veinticuatro horas después de darle portazo a Junts, reclamó un pacto de Estado entre PP y PSOE para mejorar el «encaje» de Cataluña en España. Y el término usado «descolocó» a varios de los dirigentes consultados por este diario. El jueves, el presidente del PP aclaró que utilizó «la terminología independentista a propósito para decirles que si ellos quieren eso tiene que ser dentro de la Constitución». En efecto, lo que había señalado Feijóo es que ese encaje debería circunscribirse al perímetro constitucional. «Pero Génova ya ha aclarado lo que quería decir», apuntan las fuentes, en relación a que el PP emitió un comunicado. Sin embargo, tampoco ahí se concretó la propuesta, ni sus líneas maestras.
El argumentario de Génova enviado el jueves a las organizaciones territoriales del partido insiste en el término «encaje del problema territorial», aunque intenta explicarlo mejor. «Estamos hablando de mejorar el funcionamiento de las comunidades para que los planteamientos del independentismo no sigan condicionando el debate político y por supuesto debe abordarse siempre desde un principio de igualdad entre territorios y de respeto a la ley».
Desde la dirección del PP de Andalucía rechazan cualquier crítica. «Nosotros no hemos dudado un solo momento de Alberto Núñez Feijóo. Aquí conocemos su perfil autonomista. Hay que dialogar», argumentan.