El único sentido que tiene pedirle al PSOE su apoyo es que conste
NotMid 28/07/2023
OPINIÓN
RAFA LATORRE
Pedro Sánchez arrancó su campaña alertando de la posible influencia de la extrema derecha en el Gobierno de España y terminará encomendando su investidura a un hombre que diseñó un proceso de extranjerización masiva mediante el primer fraude electoral en Europa desde la firma del Tratado de Roma. Este puede parece un viaje largo para quien no sepa que el poder de homologación del PSOE es instantáneo. Hasta la noche electoral nadie -estrictamente nadie- contaba a Junts per Cat en ningún bloque de gobierno. En cuanto se conoció que Sánchez necesitaría a Puigdemont, la suma fue inmediata.
Es cierto que la derecha sufre periódicos episodios de histeria que la llevan a cuestionarse incluso sus victorias. La contemplación de cada uno de estos raptos ansiosos resulta hipnótica. Es aún más fascinante el fenómeno que se da en la izquierda. La nostalgia siempre es falaz, pero cuesta creer que hubo un tiempo en que mantenía algún principio en pie. Hoy Sánchez podría ordenar la detención extrajudicial de Puigdemont o hacerlo ministro y le esperarían el mismo editorial triunfante y el mismo aplauso arrobado, porque el programa único de la izquierda es Sánchez. O sea, marginar al PP.
El único sentido que tiene pedirle al PSOE su apoyo es que conste. For the record. Mientras la repetición de las elecciones sea una posibilidad, Feijóo debe hacer muchas cosas sólo para que consten. Como tomar la iniciativa para reclamar una investidura que informe a los españoles de que no hay que resignarse a un referéndum de autodeterminación. Hay herramientas parlamentarias que pueden servir a un fin distinto a aquel para el que han sido concebidas. Hasta hoy, Feijóo no ha presentado su programa de gobierno en el Congreso de los Diputados. Aún conserva la autoridad por haber conducido a su partido a la mayor cota de poder territorial de su historia y haberlo convertido en la fuerza nacional más votada tras una guerra civil que la había puesto en trance de ser sobrepasada por Vox.
Mejor que abrir un concurso de ideas, el PP debe cerrar un diagnóstico de la situación.
En el mejor de los casos, Sánchez no reunirá una mayoría, sino a una entente trans ideológica de nacionalistas enfrentados entre sí por la hegemonía local. El PP tiene algunas razones para posponer la histeria. Entre ellas, una mayoría absoluta en el Senado, suficientes autonomías y municipios y una base electoral como para convertir cada decreto en un vietnam.