Un proyecto de realidad virtual muestra lo que ocurre dentro del mayor centro de torturas de Venezuela: El Helicoide. Víctor Navarro, impulsor de la iniciativa, exige el cierre de este tipo de instalaciones en su país y en todo el mundo
NotMid 14/07/2023
IberoAmérica
La mirada penetrante de un guardia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) se clava en la espalda. La oscuridad es absoluta y la desorientación constante. Las cucarachas -las únicas que se mueven en libertad en este espacio- te recorren la cabeza. De fondo, los quejidos de un torturado o el relato de periodistas, estudiantes, diputados o profesores que sufrieron en su piel los días eternos en El Helicoide, el mayor centro de torturas de Venezuela, un edificio que en los años 50 fue ideado como un gran centro comercial en Caracas.
Afortunadamente, esta experiencia en el interior de sus instalaciones es sólo una ‘ventana’ a una de las mazmorras del chavismo a través del proyecto tecnológico ‘Realidad Helicoide’, que hasta ahora sólo se ha mostrado en foros, universidades y a periodistas. Lo que ocurre en las prisiones venezolanas ha sido en múltiples ocasiones denunciado por activistas y por reos que pasaron por sus celdas. Sin embargo, son unas gafas, unos cascos y unos mandos la vía para sentir el terror en primera persona. Una inmersión que ayuda a empatizar con los 300 presos políticos que hoy ocupan las cárceles del país latinoamericano -según los datos de la ONG Foro Penal-.
El impulsor de la iniciativa es el joven Víctor Navarro, periodista de formación, activista y director de la ONG Voces de la Memoria. En 2018, tan sólo con 22 años, le condujeron a este agujero. Por aquel entonces, era un estudiante universitario que había ganado una beca para ir a Estados Unidos. Cuando regresó le detuvieron “arbitrariamente bajo la narrativa de que yo había creado una célula terrorista para acabar con el Gobierno de Nicolás Maduro financiada por Estados Unidos”, explica en la capital española, donde se encuentra para dar a conocer su proyecto. Estuvo desaparecido durante cuatro días y a su madre la única información que le proporcionaban es que buscara a su hijo en la morgue. Le condujeron al Helicoide, donde estuvo cinco meses. “Duré 129 días sin una visita, sin tener derecho a un abogado, sin ver el sol”, relata Navarro, sobre lo que él tilda de “secuestro” y asegura que fue “torturado por la policía política”.
“Conocí al monstruo por dentro, estuve en Preventiva 1 [espacio que se recrea en la experiencia de realidad virtual], estuve detenido con 16 personas, había un señor hipertenso de 63 años, personas en situación de calle, personas que han cometido actos delictivos y menores de edad”, continúa. “Me pegaron, me esposaron, me pusieron una pistola cargada en la boca y me decían que dijera que tenía miedo”, explica sobre la tortura física que allí vivió, pero apunta que también era psicológica, recalcando la circunstancia de no poder ver el sol. De hecho, en pocos minutos, la ‘visita’ de realidad virtual consigue transmitir esa angustia de estar sin luz, de no saber lo que sucede alrededor y el agobio del espacio estrecho de la celda. Hasta el punto de sentir alivio cuando te retiran las gafas. “Te desorienta completamente. Sobre todo es al principio, porque luego por los pasos de los policías en la mañana tú vas identificando que es la misma hora. Pero es duro no saber si duermes cinco minutos o siete horas, no saber si es de día o de noche, si llovió o no, a veces te dan una comida al día y tú no sabes si es desayuno, almuerzo o cena”, relata Navarro. “Lo complejo es la pérdida del tiempo”, apunta el defensor de derechos humanos, que añade que la insalubridad del lugar le produjo sarna. También recuerda que a veces les robaban la comida o servían alimentos de apariencia similar al vómito humano.
TORTURAS
Destellos de luz y gritos de dolor llegan desde una sala contigua. Se trata de un hombre al que le están aplicando descargas eléctricas. No es ficción, es un audio real que un superviviente consiguió grabar. En ‘Realidad Helicoide’ puedes apretar un botón si no estás preparado para seguir escuchando. En El Helicoide real, no. “La peor tortura es cuando tú ves la tortura de los demás”, concluye el joven venezolano, hoy exiliado en Argentina. Un preso defecando en un envase en los que se entrega la comida, otro con la cabeza tapada al que están asfixiando, un hombre sentado en una silla y conectado a cables para recibir descargas eléctricas, otro cubierto con cucarachas rojas, mujeres violadas… Es la galería de los horrores que presenta la iniciativa de Navarro. Detrás de cada imagen recreada a través de ordenador o de cada audio hay una historia de un superviviente. En total son 30 los que han aportado sus recuerdos a esta experiencia de realidad virtual. ¿El objetivo? “Denunciar” y “promover el cierre de los centros de tortura”, concluye el fundador de la ONG Voces de la Memoria, que asegura que lo que le llevó a ejecutar este trabajo fue hacer justicia por las víctimas de las que hablaba en su libro ‘La historia incompleta: Relatos de un prisionero político’ y la idea la obtuvo al visionar una realidad aumentada sobre la casa de Ana Frank. Su mensaje a la comunidad internacional es claro: “Aquellos que quieran de alguna manera limpiarle la cara a Nicolás Maduro sepan, entiendan y reconozcan que cada negociación que hacen es una negociación con un torturador”.
Desde que Maduro llegó al poder, tras la muerte de Hugo Chávez, el país se ha ido sumergiendo en una crisis política, económica, de salud, migratoria, social, de seguridad… Ocho millones de venezolanos han tenido que huir por diversas razones, los diálogos hasta ahora han fracasado, la oposición está en unas primarias en las que intenta unir fuerzas contra el jefe revolucionario de cara a unas elecciones sobre las que existen muchas dudas. Recientemente, la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) reanudó su investigación sobre los crímenes de lesa humanidad que se perpetraron en Venezuela. Desde 2014 hasta la actualidad, 16.000 presos políticos se estiman que han pasado por cárceles del chavismo. Unos datos que revela Navarro haciendo referencia a la ONG Foro Penal, apostillando que en Venezuela nunca hay “un número masivo” de encarcelados porque “meten y sacan” de forma estratégica. Por ejemplo, este activista salió por una negociación política.
Navarro llevará sus gafas hasta Bruselas la próxima semana con motivo de la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC). Allí espera poder ponérselas a los eurodiputados en busca de su empatía -como la que ha encontrado hasta ahora en las personas que lo han visualizado- y que en la agenda de esta cita entre “el tema de las violaciones graves a los derechos humanos” en América Latina.
Mientras tanto, Navarro espera volver a pisar suelo venezolano porque “si tú no puedes volver a tu país, tú no eres libre”
Agencias