Las revelaciones sobre los pagos sin contrato a la empresa del hermano de Puig evidencia la ley que rige en la izquierda: la del embudo
NotMid 14/05/2023
OPINIÓN
EMILIA LANDALUCE
Hubo un tiempo en el que los españoles decían al CIS que les preocupaba mucho la corrupción y el despilfarro. Los AVES a cualquier distancia, los aeropuertos de Ciudad Real y Castellón, los 19 puentes de Calatrava, las casas de la Cultura, las rotondas con monumentos feos. También importaban las facturas de los restaurantes con kilos de angulas…
…las francachelas con masajistas, los «volquetes de putas», los gastos en lencería y bolsos para las queridas, los enchufes y los enchufados, el trato de favor, la malversación… Y todos esos temas por los que la izquierda clamaba que el PP era el partido más corrupto del mundo. ¿Y cuál es el segundo? En realidad esa clasificación como otras tantas era otro cuento.
Pero desde que la malversación es bienversación por la reforma del código penal de Sánchez, parece que las corrupciones son una preocupación menor… En caso contrario no se explica la aparente tranquilidad del PSOE ante las revelaciones de Juanma Lamet en este periódico. Un resumen en titulares por si no lo han seguido: Ximo Puig pagó 57 veces a su hermano Francis sin contrato cuando era alcalde de Morella (1992-2012). El método era el de siempre. «Consultados los archivos municipales, no constan documentos sobre contratos suscritos entre el Ayuntamiento de Morella y las empresas públicas con Comunicacións dels Ports (la empresa familiar) y Mas Mut Produccions (ídem)», reconoce Rhamsés Ripollés Puig (sí, se llama Rhamsés con h intercalada), actual alcalde del consistorio.
Y cuando Ximo prosperó a presidente del Consell, Francis también hizo lo propio. De los 15.000 que se embolsó Comunicacións dels Ports cuando el socialista era alcalde de Morella, pasó a facturar al menos 408.000 euros al Ayuntamiento cuando accedió a la presidencia de la Generalidad Valenciana.
Los servicios que prestaba no difieren de cualquier empresita vendehumos que abrevan en los entornos de lo público en donde la pasta es pasto. A saber: producción de publicidad y organización de eventos. Aunque, al parecer, el entramado controla «un diario digital, una emisora de radio, una televisión con licencia TDT y un semanario».
Lo más sorprendente es que Francis está siendo ya investigado por los 1,2 millones en ayudas que percibió por fomentar el valenciano de los gobiernos valenciano y catalán
Ni el PSOE ni los socios de Ximo Puig han hecho aspaviento alguno por lo publicado en este periódico. Algo hasta lógico considerando que el director general de Política Lingüística, de Compromis, ha sido exonerado de la causa porque, según el magistrado, «continuar la instrucción teniéndole como investigado sería tanto como aplicarle la pena de banquillo».
Precisamente es la pena de banquillo lo que se aplicó a muchos políticos desde 2009 hasta 2018, año en el que Sánchez llegó al poder y en el que de repente, al parecer, la corrupción dejó de ser una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos. Y los aeropuertos vacíos se llenaron, (aunque los pantanos se vaciaron), todas las ciudades volvieron a pedir su AVE y meter la mano en la caja se quedara en un depende. No ayudó que Sánchez adujera que la moción de censura que presentó contra Mariano Rajoy estuviera motivada precisamente por la corrupción. (De hecho, en 2020 el Supremo corrigió el párrafo de la sentencia de Gürtel que esgrimió el candidato Sánchez por considerarlo excesivo).
Lo del hermano de Puig es un síntoma fatal de ese doble rasero por el que parece que se mide a algunos. Esa ley del embudo (ancho para mí y estrecho para los demás) que ha amargado la vida de muchos imputados que llevan años lidiando con naderías y esas penas de banquillo que ahora se quieren evitar. También hace pensar en lo que harían muchos si pudieran. El bolsillo es más débil que la carne. Pero claro, estamos en elecciones y Valencia…
¿Por qué encontró más arraigo popular el término corruPPto que la corruPSOE?