NotMid 22/01/2023
La Noticia en Mil Idiomas
En la primavera pasada, poco después de la invasión, Ucrania agonizaba. Necesitaba desesperadamente combustible y munición para el armamento de origen soviético de sus tropas. La ayuda llegó del lugar más insospechado. Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea, proporcionó suministros vitales para Kiev, pero tuvo que hacerlo en absoluto secreto, no por el miedo a una reacción de Rusia, sino por la quinta columna, los políticos pro-Moscú en el seno del propio Gobierno. Reconstruye la historia Die Welt con entrevistas a los principales dirigentes ucranianos y búlgaros. Hasta un tercio de la munición y un 40% del diésel que usó, irónicamente, provenían del crudo ruso de Lukoil. Sofía enviaba a Polonia y EEUU y Reino Unido pagaban las facturas.