NotMid 22/09/2022
DEPORTES
El Barcelona acusó a Gerard Piqué en un informe interno de ocasionar un “gravísimo perjuicio” al pedir interactuar a la entidad con sus negocios particulares. Los servicios jurídicos censuraron que el futbolista “antepusiera sus intereses a los del club”; “faltara al respeto” y creara un “conflicto” de intereses al Barça. Pero también consideró que el jugador no había tenido ningún reparo en “menoscabar” la imagen del presidente, de la organización o de sus directivos en favor de sus intereses económicos personales. Es más, se planteó la posibilidad de imponerle una sanción de “un 25% del salario de un mes, que podría ascender a más de 300.000 euros”.
El informe fue encargado por Josep Maria Bartomeu y forma parte de la documentación incautada en los dispositivos electrónicos por la investigación del Barçagate, a la que ha tenido acceso EL MUNDO. Sin embargo, como ocurrió en el caso de la negociación con Messi, el poder de los futbolistas y el temor a que pudiera decidir no seguir en el club, como se aprecia en distintos correos, impidió que el club tomara medidas severas en todos los ámbitos en los que se hacía referencia a los posibles conflictos de intereses.https://omny.fm/shows/el-mundo-al-dia/bar-aleaks-as-se-arruin-el-barcelona/embed
La directiva que presidía Bartomeu estalló tras comprobar cómo la empresa Kosmos, propiedad de Piqué, acababa de producir para Movistar un documental protagonizado por el entonces jugador del Atlético de Madrid Antoine Griezmann. En el mismo, éste explicaba por qué había rechazado al Barça y había decidido quedarse en el conjunto rojiblanco tras recibir la primera oferta azulgrana.
EL DOCUMENTAL DE GRIEZMANN, DETONANTE
El reportaje llevaba por título La decisión y fue promocionado por Piqué en sus redes sociales. El vicepresidente deportivo, Jordi Mestre, anunció públicamente en tono de reproche que hablarían con Piqué al regreso del Mundial de Rusia. El jugador, por su parte, intentó “quitarle hierro” al asunto y dijo que quería “que la gente viera cómo se toma una decisión tan importante como esta desde dentro”, aunque la misma perjudicara a su propio club.
El documental se estrenó el 14 de junio de 2018 y, acto seguido, el presidente solicitó a los abogados del club un informe exhaustivo sobre los incumplimientos en los que habría podido incurrir el jugador. El letrado jefe, Romàn Gómez-Ponti, envió un análisis a Bartomeu con copia a Óscar Grau, CEO del club, para que fuera analizado por el Comité Ejecutivo de la entidad.
“La conducta del jugador tiene dos vertientes: la deportiva, prevista en diversas cláusulas de su contrato; y la empresarial, que entra en conflicto con los intereses del FC Barcelona”, comenzaba el informe.
El vídeo supone un gravísimo perjuicio para el club al manifestar la existencia de negociaciones con un jugador con contrato en vigor con un tercer club
De esta forma, a juicio de los servicios jurídicos, “la producción del vídeo a través de una sociedad de su propiedad y las posteriores declaraciones en redes sociales” constituían “un menoscabo de la imagen del FC Barcelona, al anteponer sus intereses a los del club”. Pero también, “un menoscabo de la imagen del presidente y de los ejecutivos”; así como “un gravísimo perjuicio para el club al manifestar la existencia de negociaciones con un jugador con contrato en vigor con un tercer club”, en referencia al Atlético de Madrid. Este extremo, añadía el informe, “puede acarrear responsabilidad disciplinaria para el presidente del club al hacerlo responsable de las negociaciones descritas”.
INCUMPLIMIENTOS CONTRACTUALES
A criterio del Barça, Piqué había incurrido en una serie de “incumplimientos contractuales”. Así, “las declaraciones y su actuación previa a la emisión del documental son actos que han perjudicado la imagen del FC Barcelona” y se saltan el “artículo uno del contrato”. A su vez, consideró que incumplió el artículo 7 de su contrato porque “las manifestaciones” que llevó a cabo “son una falta de respeto al FC Barcelona, al presidente y al resto de directivos del club”.
Entre los artículos contractuales vulnerados por Piqué, el Barça apuntaba todavía dos más, el 9 y el 14, toda vez que “la realización del documental es una actividad extraprofesional que en este caso ha entrado en conflicto con el FC Barcelona”. Al tiempo que “el jugador ha desarrollado en interés propio actividades extraprofesionales y ha realizado declaraciones que han vulnerado su obligación de secreto en asuntos del club“.
La realización del documental es una actividad extraprofesional que en este caso ha entrado en conflicto con el FC Barcelona
Llegados a este punto, el Barça abordó la “posibilidad” de imponer una “sanción de acuerdo con el Convenio Colectivo de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE)”, que ascendería a “un 25% del salario de un mes, que podría ascender a más de 300.000 euros”.
Acto seguido, los Servicios Jurídicos trasladaban la cuestión a la Comisión de Ética y Transparencia para que “se informe negativamente sobre esta actividad profesional realizada (conflicto de intereses)”. De manera paralela recordaban que habían denunciado una situación similar cuando Piqué había promovido “el tema de los e-Games”, en referencia a las competiciones de videojuegos promovidas por Kosmos.
PRESIÓN MEDIÁTICA Y ELECCIONES
Como conclusión, los letrados del Barça recordaban que “los jugadores en ningún caso pueden hacer negocios (ni directa ni indirectamente) con el club”. Eso sí, se permitían advertir que en el caso de que se expedientara al jugador por estas actividades, “la presión mediática que se ejercerá desde fuera será muy alta” y estaría “vinculada a las intenciones de algunos ex jugadores de llevar a cabo actuaciones orientadas a unas elecciones anticipadas en el club”. Pese a la contundencia de este dictamen jurídico interno, la Comisión de Ética, dirigida por Maria Teixidó, no actuó finalmente contra el futbolista.
El informe se elaboró mucho antes de que estallara la polémica por la intervención de la empresa de Piqué en la negociación para llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí a cambio de una millonaria comisión, en la que subyace, asimismo, un conflicto de intereses, puesto que se trata de un jugador en activo, con licencia y que ha disputado la competición. El Código Ético de la Federación impide hacer negocios al organismo a personas con licencia federativa. En el Barcelona fue observado, asimismo, con inquietud este acuerdo, del mismo modo que sus ausencias, aunque fuera en su tiempo libre, relacionadas con la Copa Davis organizada por Kosmos.
ElMundo