El cálculo de la Universidad de Valencia parte de un nivel de precios medio del 8%, pero la cifra a cierre de año podría ser incluso superior dado que Funcas espera dos meses más de inflación al 10%
NotMid 14/07/2022
ESPAÑA
El Gobierno ya ha dejado claro que los pensionistas no formarán parte del pacto de rentas que el mismo Ejecutivo sí exige a los trabajadores privados. Y eso, con los alarmantes datos de inflación, se va a traducir en un gran sobrecoste para el renqueante sistema de la Seguridad Social. Por ahora, y teniendo en cuenta que el dato de IPC medio está sobre el 8%, el desembolso alcanza ya los 14.000 millones de euros , y no es en absoluto descabellado que finalmente sea incluso más.
Porque, después de que ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmase que el dato de inflación de junio fue del 10,2%, Funcas advirtió de que el IPC seguirá siendo de dos cifras al menos hasta septiembre. «En el escenario central, la tasa de inflación se mantendrá por encima del 10% en julio y agosto. En los meses posteriores bajará hasta situarse en torno al 8% en diciembre. La tasa media anual será del 8,9%», apuntan desde la Fundación de las Cajas de Ahorro.
Esto es, que, efectivamente, la inflación media anual será superior al 8,2% empleado por el grupo de investigación, Pensiones y Protección Social de la Universidad de Valencia en el cálculo al que ha tenido acceso este periódico y que arroja esos 14.000 millones de euros ya apuntados. Esta ingente cantidad ya es, por ejemplo, mayor a toda una nómina mensual del sistema de pensiones, que en junio alcanzó los 10.154 millones. Y, muy importante, es un gasto que se consolida en la factura de la Seguridad Social.
Ante esta presión, se hace todavía más urgente que el Gobierno introduzca un contrapeso en la segunda parte de la reforma del sistema de pensiones que está a punto de abordar. Los primeros globos sonda del Ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, apuntaron a elevar de 25 a 35 años el periodo de cotización para el cálculo de la pensión, si bien después se han sucedido variaciones como computar toda la vida laboral eligiendo los mejores 25 años o incluir factores que compensen las «lagunas de cotización», en referencia a los periodos en los que el beneficiario no pudo cotizar.
La estrategia de Escrivá para asegurar la sostenibilidad del sistema ha ido por etapas, registrando un respaldo decreciente a sus iniciativas tanto entre los agentes sociales como en el Parlamento. Así ha sucedido con la revalorización con el IPC, la derogación del factor de sostenibilidad para introducir el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que aplicará desde el año que viene un recargo finalista del 0,6% a las cotizaciones durante al menos una década para rellenar la hucha de las pensiones, y la aprobación de los planes de pensiones colectivos. El nuevo sistema de cotización por ingresos reales para los autónomos aún no ha sido aprobado en la mesa de diálogo social.
El balance de las reformas es que, desde el punto de vista de la sostenibilidad, son insuficientes. A ojos de instituciones como el Banco de España, la AIReF, la OCDE o el Instituto de Actuarios así es, si bien Escrivá ha tachado el debate de «espurio», al considerar que quienes critican sus medidas lo hacen por intereses políticos ajenos al sistema.
MÁXIMOS DESDE 1985
Pero la inflación no sólo va a provocar este notable incremento de gasto en pensiones, también está golpeando con dureza a las familias y está empobreciendo a los trabajadores. Ese dato del 10,2% es el más alto desde 1985, y se debe principalmente a las subidas de los precios de los carburantes, de los combustibles para calefacción, de la electricidad, de la restauración y los hoteles, y de los alimentos. Estos últimos registraron en junio una subida interanual del 12,9%, tasa casi dos puntos superior a la de mayo y la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994. Destaca especialmente el encarecimiento de frutas, legumbres y hortalizas, carne, pan, cereales y leche, queso y huevos
Agencias