El espionaje a Sánchez, Robles y Laya ha sido carne de burla. El prestigio de Sánchez se desploma
NotMid 04/05/2022
OPINIÓN
EMILIA LANDALUCE
Los condones veganos que me recomienda el algoritmo de internet son más caros (y todavía más si los compras en el supermercado). ¿Cómo es un condón vegano? ¿Acaso se siguen fabricando con tripas de carnero como en el siglo XIX? En realidad, la mayoría de los condones son de látex, en el que está presente la caseína, un subproducto de la leche (no piensen que esto es un chiste ordinario), que no consumen los veganos. La conclusión es que acostarse con veganos/veganas sin riesgo es más caro. El condón vegano podría valer como metáfora de la fallida transición ecológica y de cómo los criterios 2030 han hecho que Occidente sea menos competitivo que China con la consecuente deslocalización industrial.
Cuando Madrid fue elegida como sede de la cumbre de la OTAN se pensaba que los debates versarían sobre si había que incluir a más mujeres en el mando y si se debía enfocar la alianza a combatir el cambio climático. ¿Acaso pretendían que solo los tanques eléctricos pudieran ir a una hipotética guerra sostenible…? Sin embargo, la guerra de verdad empezó en Ucrania y en la OTAN cambiaron las prioridades. Finlandia y Suecia pedirán el ingreso y se hablará de cuestiones de Defensa sensibles a las que tendrán acceso Junts, ERC, Bildu y la CUP tras haber sido admitidos en la comisión de secretos oficiales. Además Podemos, cuya posición anti-OTAN es conocida, es el socio preferente del Gobierno.
Esta desconfianza hacia España crece con el descrédito del CNI después de que Bolaños revelara que Sánchez y Robles (ayer supimos que también Laya) fueron espiados por Pegasus. El #Metoo de Sánchez no provocó indignación sino choteo -básicamente, la cantidad de fotos del miembro más destacado del Gobierno que guardaba el terminal del presidente-, lo que indica el grado de descomposición del Gobierno. La burla es el síntoma definitivo.
De repente, todo (¡hasta el PP y Vox!) parece salirle mal a Sánchez y sus últimos movimientos le desnudan de ese disfraz de hombre de Estado -¡el crédito internacional!- con el que pretendía afrontar la Presidencia europea.
Y además está la inflación y esos combustibles fósiles que Europa, tan LGTBIQ+, es incapaz de dejar de comprar a Putin, tan poco LGTBIQ+.
Volviendo al condón vegano como metáfora, además de caros, no se venden en cualquier lugar. Por eso es interesante saber si, en caso de necesidad, los usuarios se aguantarán en la Agenda 2030 o se pasarán a la 2035. Por si la rima.
ElMundo